domingo, 18 de diciembre de 2016

Regeneración de la retina con trasplante de células

En la universidad de Oxford existe una facultad de oftalmología puntera en investigación. El Laboratorio Nuffield de dicha facultad desarrolla su labor en varias líneas de trabajo, y entre ellas hay un grupo especializado en regeneración de la retina. Recientemente ha llevado a cabo una investigación con trasplante de células fotorreceptoras de la luz, para conseguir restaurar la función visual y revertir el estadio final de la degeneración macular. Los resultados son muy prometedores. Se trata, en resumen, de reconstruir una capa de la retina totalmente destruida, lo cual permitiría recuperar la visión perdida.

En este enlace encontraréis el resumen de su trabajo. Y aquí una traducción:

«El reemplazo de células es una de las estrategias para restaurar la visión en la retinitis pigmentosa y en la degeneración macular asociada a la edad. Los pacientes pierden la visión cuando la capa de células fotorreceptoras se deteriora y desaparece. La meta es restaurar la visión en esta fase de la enfermedad.

Hasta ahora no se sabía si una retina degenerada, que ha perdido la capa exterior de fotorreceptores, permitiría la supervivencia, maduración y reconexión de unos fotorreceptores trasplantados, puesto que los estudios realizados siempre han utilizado retinas con una capa nuclear ya preexistente. En este caso, se trataba de observar el resultado en ratones aquejados de retinitis pigmentosa severa, cuando ya no les quedan células bastones (las que captan la luz).


Los investigadores han mostrado que las células precursoras de bastones pueden desarrollar una capa externa nuclear anatómicamente distinta y correctamente polarizada. Los animales que sólo tenían dos capas retinianas antes del tratamiento desarrollaron una estructura de tres láminas. Los precursores celulares introducidos pudieron desarrollarse en el nicho de la retina degenerada, madurar como tejido externo con células de bastón sensibles a la luz y reconectar con las neuronas subyacentes. La función visual, testeada en los mismos animales antes y después del trasplante, fue recuperada en animales carentes de células bastón. Estas observaciones sugieren que una terapia celular puede reconstruir la capa de células sensibles a la luz de novo y por tanto reparar un circuito visual estructuralmente dañado. Más que insertar células fotorreceptoras entre las células retinianas preexistentes, la reconstrucción total de la capa fotorreceptora puede aportar un modelo clínicamente relevante a la hora de investigar estrategias basadas en el implante de células para reparar la retina.»

domingo, 13 de noviembre de 2016

La cura de la ceguera, ¿más cerca?

El doctor Jordi Monés, director de la Barcelona Macula Foundation, asegura que en unos diez años algunos tipos de ceguera podrían ser curados. Al menos, se podría lograr pasar de cero visión a ver un 10 %, y esto, en una persona que apenas ve nada, es casi milagroso y supone un gran salto en su calidad de vida.

¿Qué terapias se están investigando? Por un lado, están la genética y la optogenética, por otro las células madre. Son enfoques distintos y todos tienen sus pros y sus contras.

La terapia génica consiste en inyectar material genético en el tejido dañado utilizando virus como “vehículo”. La esperanza es que ese material repare el daño celular de los tejidos degenerados o ayude a fabricar proteínas necesarias para ver. Si la técnica funciona puede ser muy efectiva, pero tiene riesgos, pues puede provocar alteraciones genéticas no deseadas o tumores. En una enfermedad concreta, la amaurosis congénita de Leber, esta terapia ha funcionado con niños pequeños, según el doctor Monés.

La inyección de material genético hasta ahora ha empleado virus, pero se está estudiando utilizar partículas microscópicas artificiales y evitar posibles infecciones víricas de otros tejidos sanos. Es un desafío para la nanotecnología.

La optogenética consiste en inyectar proteínas a la mácula para que las células dañadas se hagan más sensibles a la luz y puedan transmitir los estímulos al nervio óptico. Esta terapia ya está en fase clínica de ensayo.

Finalmente, la terapia con células madre sería una gran solución si se encontraran las células adecuadas para regenerar el tejido dañado en la retina. El problema es que los ensayos, hasta ahora, han tenido que pararse porque se producían tumores. Los resultados son pobres y hay que contar con problemas de rechazo del paciente. Si se encuentran las células apropiadas, esta terapia será accesible a muchos pacientes.


De momento, como veis, cabe esperar. Seguramente la ciencia irá encontrando vías y terapias para mejorar la visión de aquellos que hemos sufrido daños hasta ahora irreparables. Pero toda intervención que interfiera en los procesos naturales del cuerpo tiene sus riesgos. Para los que aún tenéis un buen grado de visión, la mejor terapia, siempre, ¡es la prevención!

Fuente de esta entrada: artículo publicado en el diario 20 minutos, 8 septiembre 2016, por Désirée Pozo.

domingo, 30 de octubre de 2016

¿Retinas artificiales? El futuro ya está aquí

La biotecnología ofrece posibilidades muy interesantes, sobre todo a personas con ceguera total y otras enfermedades degenerativas.

¿Habéis oído hablar de la visión artificial? La fabricación de retinas artificiales ya es una realidad que se está trabajando, se han hecho los primeros ensayos en pacientes y en pocos meses habrá hospitales que podrán implantarlas. El sistema consiste en unas gafas que captan la luz y las imágenes del exterior, las convierten en señales eléctricas y las envían al cerebro. La retina artificial conectará por un sistema sin cable, similar al Bluetooth, con el córtex visual del cerebro.

Esta biotecnología funcionará mejor en personas que han perdido toda conexión nerviosa entre el ojo y el cerebro, como los ciegos o los afectados por retinitis pigmentosa. La visión conseguida no será perfecta, pero puede marcar toda una diferencia en la vida del paciente, hasta permitirle incluso leer en letras grandes. 

Después habrá que trabajar la neuroplasticidad, ya que el cerebro tendrá que aprender a ver de nuevo. Es un proceso de educación, y depende mucho del funcionamiento cerebral.


Hay varios hospitales que podrán disponer de estas retinas en pocos meses (en París, Manchester, Ginebra y Londres). El doctor Joaquín Barraquer, antes de fallecer el pasado mes de agosto, estaba de lleno trabajando en esta línea y seguramente su equipo continuará con su labor. ¡Estaremos atentos a las noticias!

Podéis leer más en esta noticia y en esta otra.

domingo, 16 de octubre de 2016

Terapias génicas y células madre


Hay varias líneas de investigación que pueden prometer en el futuro, pero de momento no han dado mucho resultado y hay quienes cuestionan su eficacia. Veámoslas brevemente.

Células madre

Las células madre se producen en la médula ósea. Estas células mutan: allí a donde emigren, se convertirán en células especializadas. Si migran al hígado, se convertirán en células hepáticas. Si van al cerebro, se convertirán en neuronas. La mayoría de células madre tienen una función reparadora: se utilizan para reconstruir y reparar tejidos.

En problemas de degeneración macular o de retina, la teoría dice: hay tejidos desgarrados y no hay suficientes células madre para regenerarlos. Se podrían enviar células madre a esas zonas para que regeneren el tejido. Ya se han hecho algunas pruebas con células madre embrionarias y no han funcionado bien, porque otras células del sistema inmune las han rechazado. Una vía mejor sería extraer células madre del propio paciente, inyectarlas en los ojos y producir una regeneración del tejido retiniano dañado. Esta es la meta. Por tanto, la cuestión es inyectar en el ojo el suficiente número de células madre para que reemplacen las dañadas.

Andy Rosenfarb comenta que no está de acuerdo con esto. Las células madre pueden ser beneficiosas para regenerar tejidos en otros casos, pero aquí no se trata de un problema de carencia de células madre, sino de tejido degenerado (como en la retinitis pigmentosa). La mayoría de nosotros ya producimos suficientes células madre y no necesitamos una inyección extra. Quizás esto pueda ayudar a personas muy mayores, que han perdido capacidad regenerativa, pero en la mayoría de casos no es necesario.

En resumen, inyectar células madre en el ojo puede ayudar a preservar las células vivas, pero no repara el tejido muerto o dañado.

Terapia genética

En este campo hay dos líneas de investigación. En la primera, se trata de identificar el gen o los genes que faltan y que causan un déficit de proteínas para reconstruir el tejido retiniano. Una vez se averigüe cuál es el gen habrá que aislarlo y diseñar una terapia para corregirlo y activar la fabricación de las proteínas regeneradoras del tejido.

La otra terapia consiste en identificar los genes defectuosos para corregir la anomalía genética. Según Rosenfarb, este enfoque falla al no identificar cuáles son los factores que causan la anomalía en los genes. Es una cuestión de epigenética: los factores ambientales que provocan la mutación del gen son totalmente ignorados. Aunque pudiéramos identificar el gen y potencialmente corregir toda nuestra configuración genética hasta alcanzar la perfección, ¿qué sucede con la alimentación? ¿Con el estado emocional? ¿Qué sucede si estos son los factores que activan o desactivan el gen responsable de la anomalía? Estamos hablando de las causas que producen la expresión genética. Esto es lo primero que deberíamos solucionar. De lo contrario, la terapia genética será inútil y el problema se repetirá.

La ingeniería genética, en un futuro, tal vez pueda diseñar individuos perfectos, pero en el presente todavía no es una posibilidad práctica.

El medio es clave


Una visión más amplia en cuanto a la investigación genética es entender el impacto del ambiente en la salud.

Plantar células madre es como plantar semillas en un jardín. Siembras zanahorias, tomates, girasoles, y los dejas crecer. Un jardín sano recibe luz del sol, agua, oxígeno, no sufre polución, tiene el suficiente calor y un entorno favorable. En un entorno industrial, polucionado, tóxico, si intentas cultivar un jardín posiblemente no vas a conseguir que salgan plantas sanas.

Lo mismo sucede en el cuerpo humano. Un ambiente tóxico y contaminado promueve inflamación, oxidación y mala circulación, las causas que provocan enfermedades oculares y de todo tipo. Si queremos plantar células madre sin mejorar la dieta, sin ejercicio, sin los suplementos correctos, sin tratar la inflamación y el estrés oxidativo es como plantar semillas en un jardín contaminado. El resultado no será el deseado.

La única manera sería creando células madre modificadas, capaces de sobrevivir en un ambiente tóxico. Y esto son palabras mayores. Si logramos crear células madres modificadas tendremos un Superman. Pero con lo que tenemos ahora, si queremos que las células madre funcionen el jardín debe estar limpio. 

jueves, 13 de octubre de 2016

Hoy, Día Mundial de la Visión

Os invito a mirar este vídeo, corto y muy simpático. Nos hace ser conscientes de que hay muchas personas con baja visión y necesitan nuestro apoyo y comprensión. El distintivo "Baja Visión" puede ayudarles mucho a recibir el trato y el respeto que merecen.

domingo, 9 de octubre de 2016

Estilo de vida buena para tus ojos - suplementos

Con el paso de los años he ido aprendiendo más sobre los suplementos. He tomado muchos, y sé que es importante elegirlos de calidad y que no todos son necesarios o tan buenos como se vende.

En principio, una buena dieta, completa y variada, debería ser suficiente. Pero en casos de carencia, o cuando hay necesidades especiales, los suplementos pueden ser un buen apoyo. Pero atención, jamás suplirán una buena dieta y tampoco contrarrestarán los daños de una mala alimentación. O sea, que si tienes un problema visual y fumas, o comes muchas grasas y azúcares, y crees que tomando vitaminas lo vas a solucionar o minimizar, te equivocas. 

Ahora bien, la industria de los suplementos también es poderosa y a veces vende gato por liebre. Muchos compuestos vitamínicos son simplemente imposibles de absorber: nuestro cuerpo los elimina tal como entran o bien los almacena como residuo, y en ese caso la ingesta reiterada puede llegar a ser dañina, al provocar una intoxicación de un elemento extraño que no se puede asimilar.

Si hay que tomar suplementos, buscad los que sean procedentes de plantas, y en forma biodisponible. Aunque sea pesado, conviene leer las etiquetas (en otra entrada hablaré más sobre esto). Pedid consejo al farmacéutico o a vuestro médico o terapeuta si tenéis dudas.

Para la vista hay ciertos suplementos que ayudan a mejorar o al menos a frenar el deterioro de los tejidos. Aquí voy a dar una lista de varios (son los que el acupuntor Andy Rosenfarb recomienda a sus pacientes, con buenos resultados).

Luteína – zeaxantina – astaxantina. Son betacarotenos que ofrecen una gran protección a la mácula, pero también a toda el área del ojo y el nervio óptico. Mirad que sean extraídos de algas rojas (la astaxantina) o de plantas, y que se especifique de cuáles.

DHA omega 3 – aceite de pescado. Muchas personas están preocupadas por la contaminación del pescado con metales pesados. El aceite de hígado de bacalao es el más limpio y contiene de forma natural vitaminas D y E. La investigación ha mostrado que los omega 3 protegen el sistema nervioso, el cerebro y el ojo. Una dosis de 5000 a 8000 mg al día produce mejoras importantes en el campo visual en casos de glaucoma. Como la dosis es alta, se puede empezar con 1000 mg e ir subiendo a medida que se asimile bien. Personalmente yo tomo comprimidos de 1000 mg de una de estas dos marcas (libres de ácidos tóxicos y con un alto porcentaje de omega 3): Celavista o NuaDHA. Otras marcas pueden estar muy contaminadas o tener una ínfima parte de omega 3 mezclada con aceites de baja calidad. Si tomas omega 3 y te repiten con sabor a pescado, es que están hechos con aceites rancios, pueden perjudicarte.

¿Por qué esta grasa es necesaria? Porque los nervios se regeneran con grasa. Las células nerviosas se alimentan de glucosa —azúcar— y se regeneran con grasa. 

L-Taurina. Es el aminoácido más abundante en la retina. Rosenfarb recomienda una dosis de 2000 mg al día. También depende de la tolerancia del paciente —en algunas personas puede producir cólicos—.

Gingko biloba: planta ideal para mejorar la circulación cerebral y el flujo sanguíneo al ojo.

Súper verdes: alga espirulina, alga chlorella, pasto trigo. Con estos ingredientes se pueden hacer estupendos batidos verdes: añade las algas o el pasto a un zumo, un batido, un caldo, por la mañana. Aportan muchos beneficios: alcalinizan el cuerpo, limpian la sangre, combaten la acidosis, limpian el hígado, desintoxican y son potentes antioxidantes.

domingo, 2 de octubre de 2016

Estilo de vida buena para tus ojos - la dieta

En otras entradas he hablado de alimentación y visión. ¡Nunca insistiré lo bastante! Porque cuando tenemos un problema de salud todos estamos muy dispuestos a tomar fármacos, suplementos, incluso a hacer ejercicio. Pero... ¿la dieta? ¡Ay! Cambiar la dieta es algo muy duro que no todos estamos dispuestos a hacer.

La dieta es fundamental para una visión sana. No sólo nos ayudará, sino que potenciará cualquier terapia que sigamos.

Necesitamos una dieta alcalinizante y baja en ácidos. ¿Qué es ácido? Todos los azúcares refinados y la comida basura, las carnes y el alcohol.

Aquí tenéis varios consejos:
  • Reduce los azúcares refinados al máximo, la sal y las harinas blancas. Los edulcorantes como el aspartamo son terribles, muy tóxicos. Las bebidas dulces, también a evitar.
  • Toma muchas verduras de colores y hojas verdes. Están llenas de antioxidantes.
  • Toma buenas grasas (aceite de coco, de oliva, huevos, pescado, aguacate, nueces, semillas). Ojos secos y piel seca son signos de deficiencia de buenas grasas.
  • Elimina las grasas trans y todos los fritos. Pasteles, donuts, patatas chips… Todo fuera. Nada hay más oxidativo que las comidas grasas y fritas. No frías el huevo, hazlo hervido o pochado. Si quieres grasa, toma buena mantequilla cruda. Freír es muy perjudicial. Sabe rico pero sus efectos son letales, terribles para la circulación y el corazón, empeoran la inflamación y la visión.
  • Come proteína orgánica (carne, lácteos y huevos ecológicos). Es más caro, pero vale la pena.
  • Controla el azúcar en sangre. Los picos de insulina son el primer factor de estrés oxidativo. Si a los problemas visuales añadimos trastornos metabólicos del azúcar, es mucho más difícil curarse.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Cómo gestionar el estrés

Ya vimos cómo nos perjudica el estrés. ¡Ahora vamos a ver cómo lo superamos! El experto en acupuntura ocular Andy Rosenfarb nos aconseja varios métodos.

Meditación. La finalidad es olvidar lo que sucede a tu alrededor. Olvida tu cuerpo, tus dolores, tu enfermedad. Y olvida el entorno: el ruido, la gente, los problemas. O el tiempo: tu agenda, lo que ocurrió en el pasado, lo que voy a hacer… Es vivir en el presente. Es lo que enseñan todos los maestros de espiritualidad: vive en el presente. El presente es donde está la paz, donde está la felicidad.

Para meditar no tienes por qué estar quieto en silencio. Meditar también es correr, caminar, cuidar tu jardín, danzar, pasear con los amigos, jugar con un animal, dedicarte a tu hobby. Todo lo que te construye es una forma de meditación. La idea es que, sin ayuda de drogas ni alucinógenos, salgas de ti mismo y dejes de pensar en tus cosas y estés realmente presente, haciendo lo que estás haciendo. A veces necesitamos cambiar y explorar diferentes formas de salir de nuestra mente.

Ejercicio a diario. Es importantísimo, pero a mucha gente le cuesta ser constante. Bastan unos pocos minutos al día para hacer estiramientos, caminar…

Descanso. Tan importante como moverse es dormir lo suficiente y levantarse descansado. Lo ideal sería que hacia las 11 de la noche estuviéramos acostados y a punto para dormir.

Identifica patrones mentales negativos. ¿Qué te molesta, qué estás exagerando en tu mente? ¿Cuáles son tus pensamientos? ¿Te llevan a la desesperación, a la angustia, a la depresión? Esto es un problema.

Practica mindfulness o consciencia plena del presente. Hay muchos lugares donde te pueden enseñar.

Busca ayuda de un grupo. A veces te puede ayudar unirte a un grupo de autoayuda. El apoyo de otros te puede dar la motivación necesaria para salir de esos patrones mentales. ¿Cómo saber si un grupo te conviene? Si compartir lo que sientes con otros te alivia, te inspira y te carga de energía y ánimo, es un buen grupo. Te alimenta emocional y espiritualmente. Si te sientes mal, derrotado, enfermo, deprimido, es que ese grupo no te está ayudando. No te abre la mente ni te relaja, no te da valor. Al contrario, te estresa más. Busca otro lugar.

Observa. No se puede ser observador y participante al mismo tiempo. Ante una situación de estrés, conviértete en observador. Deja de dar vueltas a tus problemas, sal de ti y mírate desde una distancia. Observa tus pensamientos: esto hace que el 30 % del problema desaparezca. Verás más claro, con perspectiva, incluso con sentido del humor, y se te ocurrirá qué puedes hacer. Obsérvate a ti mismo, esto se logra con la práctica.

Reduce los estimulantes: café, alcohol, tabaco. Incrementan la acidosis, inflaman, aumentan el estrés oxidativo y perjudican la circulación. Y todo esto es lo que daña nuestra visión.

Sé bueno contigo mismo. Estás tan ocupado cuidando de los demás… ¡que no tienes tiempo para cuidarte un poco a ti mismo! Busca ese tiempo. Necesitas unas horas para ti, para tus hobbies, para escuchar tu música favorita. Necesitas ese espacio para ser tú mismo. Aunque tus actividades sean muy gratificantes, aunque te dediques a hacer voluntariado y esto te recompense, todo te acaba gastando y consumiendo tus energías.  Tenemos que cuidar de nosotros mismos. Los demás pueden ayudar, pero no lo harán por nosotros. Nosotros sabemos mejor que nadie lo que necesitamos. ¡Disfrutad!

***


Estos fueron los consejos de Andy Rosenfarb para gestionar el estrés. Yo añadiría: si eres creyente, reza. Ten un espacio diario de silencio a solas con Dios. Confía en él y acógete a su amor. Esto te ayudará. La dimensión espiritual es un campo de infinitas posibilidades. No te cierres a él. 

domingo, 11 de septiembre de 2016

El impacto del estrés

El estrés tiene un impacto muy importante: acelera la pérdida de visión. Hay un estrés interno: mental y emocional. Se trata de resolver problemas. El estrés externo está causado por factores ambientales: radiaciones, polución, transgénicos, fármacos, infecciones…

Cuando sufrimos estrés, ya sea emocional o ambiental, se da una respuesta del sistema nervioso simpático (reacción ataque-huida). Esta respuesta está encaminada a la supervivencia. Es útil cuando estás en peligro o te persigue un tigre. Te da la capacidad de enfrentarte o escapar. Va asociada al miedo. Pero esta respuesta no es la mejor cuando no hay una causa real.

En una situación de estrés, toda la química cerebral nos prepara para sobrevivir. La digestión se detiene y las glándulas suprarrenales segregan cortisol y catecolaminas para que físicamente estemos fuertes y podamos afrontar el peligro. El problema es que hoy estamos bombardeados por mil factores que nos causan estrés: conflictos laborales, problemas económicos, Internet. Podemos estar sentados en nuestro despacho, sin una amenaza física real, pero estamos padeciendo estrés a causa de la gente que nos rodea y los problemas que tenemos que resolver.

No estamos diseñados para vivir en un estado de estrés crónico. El estrés físico en los animales se da de forma súbita, dura unos minutos y después el cuerpo regresa a su estado de relajación natural. En los humanos, el estrés prolongado es algo de ahora, hemos vivido miles de años de otra manera y no estamos adaptados. Nuestros cerebros han desarrollado mecanismos para protegernos, pero la constante liberación de las hormonas del estrés en nuestra sangre provoca cambios en la química cerebral y acaba causando daños y neurodegeneración. El estrés produce vasoconstricción, que reduce el flujo sanguíneo, favorece la inflamación, el estrés oxidativo y la acidosis. Todos estos factores aceleran la degeneración ocular.


El estrés impide una respuesta del sistema parasimpático, que nos relaja y nos repara. La respuesta de estrés crea un círculo vicioso: al deteriorarse el organismo, éste se estresa todavía más.

Ante una enfermedad o un problema que nos abruma y nos sobrepasa, nuestro sistema entra en pánico y nos sentimos impotentes. Surge la reacción del ataque – huida, que podemos aplicar a la enfermedad. O la negamos (¡Esto no me puede pasar a mí!) o intentamos huir (depresión, negación).
Esto es un error. Lo que ocurre es que perdemos nuestro control y nuestro poder. Necesitamos adoptar una percepción más correcta: hasta cierto punto puedo controlar y gestionar lo que me sucede. 

Tomar las riendas

¿Cómo recuperar el control? Con educación. Podemos preguntarnos: ¿qué es lo que me pasa? ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo gestionarlo?

Cuando estamos estresados no activamos el área cerebral creativa de resolución de problemas. Todo es blanco o negro, no hay alternativas. Cuando estamos relajados activamos nuestra inteligencia creativa y podemos pensar en soluciones. Ya no estamos utilizando el cerebro primitivo, reptiliano, sino el cerebro evolucionado que nos ha hecho humanos, imaginativos y capaces de soluciones creativas. Necesitamos educación para utilizar esta parte del cerebro que ve opciones y nos permite buscar remedios. Más allá de lo que nos dicen, comprendemos lo que nos ocurre, sus causas, y podemos tomar el control de la situación.

Cada vez que os estreséis o vuestra dolencia ocular os angustie, tomad perspectiva. Ante la pérdida de visión y cualquier otra enfermedad solemos magnificarla. No dejéis que esto os ocurra. Aprended todo cuanto podáis sobre vuestra dolencia y buscad soluciones alternativas.

El próximo día... ¡no os lo perdáis! Algunas maneras eficaces de gestionar el estrés.

domingo, 4 de septiembre de 2016

¿En qué enfermedades ayuda la acupuntura visual?

El programa Acu-visión, de Andy Rosenfarb, es un intensivo para tratar a pacientes que se desplazan de lejos y quieren mejorar su visión con acupuntura. Suele durar entre una y dos semanas. Además de varias sesiones de acupuntura ocular, incluye tratamiento con hierbas, suplementos y una dieta recomendada, que se debe continuar en casa. 

¿Cuáles son los beneficios de este programa?

Recarga y recuperación. Incrementa el flujo sanguíneo, las células reciben alimento y oxígeno y las que estaban dormidas o malnutridas despiertan. Cuando esto sucede muchas personas quedan asombradas: pueden volver a sacarse la licencia de conducir, o leer de nuevo el periódico, ¡les parece milagroso! Y no lo es: simplemente muchas células dormidas han despertado y han vuelto a funcionar. 

Repara y regenera. Las células se regeneran entre ocho y quince meses después del primer tratamiento. El primer año es crítico. Entre seis meses y dos años las células enfermas sanan. Lo sabemos porque cuando el paciente acaba el tratamiento, vuelve al cabo de dos meses y ve mejor que al terminar. No es magia: lo que ocurre es que las células enfermas se han regenerado y vuelven a la vida. Esto es un proceso que lleva su tiempo. Las células nerviosas pueden regenerarse. Lentamente, pero lo hacen.

Preserva y mantiene. Al cabo de un año, por lo general, las células enfermas han sanado y ya podemos entrar en una fase de mantenimiento. Se trata de conservar lo que hemos conseguido. Este mantenimiento es a largo plazo y se consigue educando al paciente. A partir de aquí podrá volver para unas sesiones más esporádicas, dependiendo de su situación y sus posibilidades, si vienen de otros países. Por eso damos algunas orientaciones para mantener la salud visual en casa.

Es crucial, una vez se ha hecho el tratamiento, continuar en casa con alimentación, suplementos, ejercicios y otros hábitos sanos. Si los pacientes se descuidan pueden volver a perder la visión. Las células muertas no se pueden regenerar y hay que evitar que las enfermas mueran. Vamos a contrarreloj.

Es como conducir un coche con problemas de motor. Nos arriesgamos a que el coche nos deje tirados o tengamos un accidente. Los ojos, como el coche, necesitan mantenimiento y control. Hay muchos factores que podemos controlar: estrés, inflamación, mala circulación. El cuerpo no puede regular estos procesos sin ayuda. Hierbas, suplementos y dieta para evitar la degeneración: todo esto es importante.

Para qué enfermedades del ojo es útil la acupuntura

Degeneración macular.
Stargardt.
Glaucoma.
Retinitis pigmentosa.
Síndrome de Ushers.
Neuritis óptica.
Atrofia del nervio óptico.
Retinopatía diabética.
Ojos secos.
Desprendimiento de retina.
Oclusión de retina.
Uveítis, iritis (suele ser autoinmune).
Neuropatía isquémica.
Distrofia retiniana.
Cataratas.

domingo, 21 de agosto de 2016

Acupuntura y visión

Continúo transmitiendo el contenido de los vídeos del Dr. Andy Rosenfarb. Esta entrada es muy, muy interesante y esperanzadora. ¡No dejéis de leerla!

Muchas personas tienen miedo de la acupuntura porque confunden una aguja hipodérmica con las agujas de acupuntura. Son muy diferentes.

La acupuntura no es como una inyección. La sensación varía de una zona del cuerpo a otra, también depende de la sensibilidad de la persona, pero no suele ser una experiencia dolorosa ni molesta. En algunos casos, apenas se siente el pinchazo.

Tipos de acupuntura

La acupuntura es una terapia muy antigua, que se practica desde hace más de dos mil años en Oriente. Nació en China y consiste en aplicar agujas en ciertas partes del cuerpo para incrementar el flujo sanguíneo, regular los órganos y los sistemas autónomos, calmar la hiperactividad o activar lo que está aletargado o bajo de energía. La acupuntura es muy reguladora.

Cada punto tiene una función especial. La pregunta es ¿cómo sabemos qué puntos corresponden a qué órganos? Para eso estudian los terapeutas. Es como un tablero de interruptores en una casa: cada uno da corriente eléctrica a una zona o a una habitación. En acupuntura es igual: cada punto activa un órgano o sistema: puede atraer flujo sanguíneo a la cabeza, o regular un órgano.

La acupuntura se ha dividido en muchas ramas, por países y especialidades. Ahora bien, ¿cuál es el mejor sistema para la salud visual? Hay ciertos puntos y ciertos sistemas de acupuntura que funcionan mejor para las enfermedades del ojo. Las modalidades que mejor van para la visión son:
  • Micro-acupuntura. Excelente para problemas de retina y degeneración.
  • Electro-acupuntura. Muy indicada para la retinitis pigmentosa.
  • Acupuntura con láser. Sin agujas, con diodos de láser, estupenda para niños y para enfermedades como Stargardt y retinitis pigmentosa.
  • Auriculo-acupuntura. Se activan puntos de la oreja.
  • Acupuntura tradicional china. Hay ciertos puntos muy efectivos.
  • Acupuntura tradicional japonesa. Buena para ciertas enfermedades.
  • Acupuntura tradicional coreana.

Cómo la acupuntura ayuda a la visión

Es importante educarse y comprender el mecanismo terapéutico de la acupuntura para que podáis explicarlo a vuestros médicos y oftalmólogos. La acupuntura puede ayudar en varios sentidos:

Incrementa el flujo sanguíneo al ojo. Esto es importante porque la sangre aporta oxígeno y alimento al ojo y elimina las toxinas. El flujo sanguíneo es uno de los factores cruciales para la salud ocular. Activando ciertos puntos se aumenta el riego de los ojos.

Controla la inflamación, otro factor que daña la visión a largo plazo.

Estimula los circuitos visuales y el córtex visual, la parte de cerebro que corresponde a la visión.

Estimula las células nerviosas dormidas. Aquellas que están vivas pero no activas. La acupuntura las despierta. Esto es especialmente importante en las células de la retina, responsables de captar los estímulos luminosos y visuales. Algunas personas experimentan una mejora notable cuando sus células retinianas despiertan.

Regula el sistema nervioso autónomo. Es decir, el sistema simpático que controla la respuesta de estrés (ataque-huida) y el parasimpático, que controla la relajación y permite que se inicie el proceso de curación. La acupuntura puede calmar la respuesta de estrés y activar la de relajación.

Favorece una respuesta sanadora parasimpática –relax y reparación—.

Trata las dos cosas: síntomas y causas de la enfermedad ocular. Además de la terapia, es importante conocer y tratar la causa que está provocando el problema visual, ya sea un problema de circulación, inflamación u otro. De lo contrario, cualquier tratamiento será de poca ayuda y sus efectos sólo se notarán a corto plazo.

domingo, 31 de julio de 2016

Dos enfoques distintos y complementarios

Ante una enfermedad degenerativa ocular, ¿qué podemos hacer y qué no? Aquí es donde la acupuntura y otras terapias tienen algo que decir. El concepto de «holístico» a veces suena un poco New Age, algo esotérico y misterioso. Pero ¿de qué estamos hablando?

Veamos qué puede hacer la acupuntura en las disfunciones de las células nerviosas del ojo. Actualmente se están realizando investigaciones y estudios para demostrar su eficacia.

Las células nerviosas del ojo

Tenemos células fotorreceptoras normales que funcionan: captan la luz, convierten la información en impulsos eléctricos y la envían al cerebro por medio del nervio óptico.

Tenemos células dormidas. Algo ocurre que las desconecta: puede ser que les falte oxígeno, o alimento, o ambos. No están muertas, su estructura permanece íntegra, pero están en coma. No funcionan. Son como un móvil sin batería. No tienen daño alguno pero están inactivas.

Podemos tener células dañadas, cuyo ADN ha mutado y han experimentado una degeneración. Su estructura no es correcta y funcionan mal, pero no están muertas. Simplemente no funcionan. Estas células provocan enfermedades oculares degenerativas y es aquí donde la acupuntura puede ayudar.

Finalmente tenemos tejido muerto o cicatrizado: este no se regenera, no podemos recuperarlo y por tanto marca el límite de lo que podemos hacer terapéuticamente hablando. Por eso hemos de procurar conservar el máximo de células vivas posibles y minimizar el tejido muerto.

Con las células dormidas y con las dañadas podemos actuar. Las pruebas oftalmológicas nos muestran que hay células dormidas. Desde la medicina china también encontramos este concepto de células en letargo. Una de las funciones de la acupuntura es justamente despertar estas células. ¿Magia? No es magia. Pronto veremos cómo funciona.

Podemos curar las células dañadas y despertar las dormidas. Lo que está muerto queda muerto, no podemos recuperarlo.

Diferencias entre el enfoque convencional y el enfoque holístico o integrativo

El enfoque integrativo consiste en utilizar lo que es necesario en cada caso. Se recurre a la medicina convencional cuando es apropiado. Ante una emergencia o un accidente, si es necesario practicar una cirugía, se hace. Si hay una infección aguda se puede cortar con medicamentos. Pero ante ciertas enfermedades crónicas o degenerativas de larga evolución los fármacos y los antiinflamatorios pueden ser muy perjudiciales: causan efectos secundarios, incluso aceleran la muerte. En estos casos un enfoque holístico puede ser más adecuado.

Enfoque convencional

En la medicina convencional el ojo es diagnosticado y tratado como un órgano aislado. Se miran sólo los ojos, no se hace una evaluación sistémica del paciente. Por ejemplo, una degeneración macular puede tener que ver con un problema cardiovascular de la persona. Esto no se tiene tanto en cuenta.

La visión es considerada un proceso natural que puede estabilizarse o empeorar. No hay otras opciones.

Los tratamientos convencionales pueden prescribir:
  • Lentes correctivas, gafas o lentillas.
  • Fármacos. Gotas para el glaucoma, para los ojos secos; esteroideos para la inflamación…
  • Cirugía. Procedimientos para reparar el desprendimiento de retina, láser, operaciones para reducir la presión ocular del glaucoma. A veces estas operaciones ayudan, otras veces empeoran la situación y causan daños colaterales, tejido muerto, etc.
  • Esperar a ver qué pasa. Cuando no hay otras opciones, sólo queda esperar mientras se van desarrollando otras terapias como la genética, o mejores fármacos o nuevas formas de cirugía. No queda más remedio que acostumbrarse. No es una buena opción. Pero muchas personas se resignan. Estamos aquí para educar a la gente y decirles que siempre hay algo que pueden hacer.

En el caso del glaucoma, la medicina china nos diría que hay tres factores que inciden en la alta presión ocular, y se pueden tratar de otra manera: circulación, inflamación y estrés oxidativo. Evidentemente, hay más métodos aparte de los fármacos y la cirugía. La medicina convencional no se ocupa de esto. No es preventiva.

El enfoque holístico

El cuerpo es un todo, no una suma de partes individuales.

Todo está conectado: la visión puede mejorar resolviendo procesos inflamatorios o deficiencias nutricionales que afectan a todo el cuerpo. Siempre hay una causa que dispara un proceso. Podemos hacer algo para ralentizar o frenar el proceso. La visión puede ser influida por otros sistemas del cuerpo: el hepático, el circulatorio, el linfático, los órganos desintoxicadores…

En un enfoque holístico no excluimos terapias convencionales, pero el enfoque convencional tiene ciertos límites. Cuando no hay fármacos, ni cirugía ni aparatos, no hay soluciones para el paciente. Y esto no significa que no haya nada más en el mundo que no pueda ayudarte.


Y aquí es donde la acupuntura y otras terapias holísticas pueden ayudarte.

sábado, 23 de julio de 2016

Ojo a los dientes

¿Qué tiene que ver nuestra salud dental con nuestra visión? Mucho más de lo que creemos. Este artículo es una interesantísima aportación de la Dra. Victoria Castañeda, odontóloga bioenergética. Nos habla de la relación entre los dientes y el ojo.


Todo comienza a las 24 horas de la fecundación, cuando una estructura celular llamada zigoto se desarrolla y crece según su programación genética para producir un bebé. Podríamos decir que esta es la primera relación entre la cavidad bucal y el ojo: son hermanos nacidos de la misma célula; como en una familia, lo que le suceda a uno pueda afectar al otro. Entre la quinta y sexta semana de vida intrauterina, los ojos, la nariz y la boca están perfectamente formados.

El ojo y la boca no solo se relacionan por su proximidad en el cráneo, sino por otras razones.

Conexión energética

Para la acupuntura materia y energía son dos polos que se complementan. La materia es la energía condensada, por tanto lo que suceda en ella es una manifestación de lo que sucede en un campo de información más sutil. La energía funciona a través de los meridianos o canales que reciben o entregan su energía durante las 24 horas del día sin interrupción. Muchos meridianos recorren la cabeza, comienzan  o terminan en ella, lo cual hace evidente que la boca y el ojo no solamente están conectados a nivel físico sino también energético.

La Medicina Tibetana, por ejemplo, considera que el ojo aporta información de lo que sucede en el cuerpo, en este caso particular nos puede indicar qué diente está relacionado con el problema ocular.

Odontología neurofocal

La odontología neurofocal trata de los campos interferentes o focos presentes en el Odonton (diente y tejidos que lo rodean) que  son capaces de producir alteraciones a distancia. Muchas formas de inflamación intraocular y de las estructuras de sostén adyacentes están relacionadas con quistes bucales, granulomas, abscesos crónicos, caries profundas, restos de raíces, inflamación de encías, etc.

La teoría infecciosa

La teoría infecciosa considera la sepsis bucal como un factor importante para explicar varias afecciones oculares, entre ellas las uveítis infecciosas, a las cuales puede llegar la infección bucal por vía sanguínea o por la cercanía al ojo. La periodontitis o inflamación de las encías puede ocasionar oftalmopatías infecciosas y conjuntivitis bacteriana. La sensibilidad a un germen puede llegar a causar patología reumática ocular. 

Conexión por el tejido conjuntivo

Pishinguer nos dice que el cuerpo está formado en su totalidad por tejido conjuntivo, llamado también matriz extracelular. Se trata de una red formada por proteoglicanos, glucosaminoglicanos, colágeno, elastina, fibras básicas que contienen capilares, terminales nerviosos y linfáticos, células de defensa y membranas basales. Todos ellos se comunican a través del sistema nervioso vegetativo o autónomo, informando de todo lo que sucede en el interior del cuerpo. El todo recibe información de cada parte y viceversa. Una irritación continua  de este sistema por un problema dental, sinusal o amigdalino puede causar  problemas de visión.

El nervio trigémino

El terreno del nervio trigémino es quizá el más importante para nosotros los dentistas, ya que todos los días trabajamos con él.  Deriva ramas de su tronco principal hacia toda la cara, cabeza y cuello. Posee tres divisiones (de ahí su nombre) y numerosas conexiones con otros nervios del sistema nervioso central. Todo lo que suceda en el área trigeminal repercute en la cabeza, cuello, tórax y abdomen. Este nervio recibe información de las partes contiguas, de los músculos de la masticación y la articulación de la mandíbula. Una oclusión dental inadecuada puede llegar a afectar la salud visual por paso de información nociva a través de este nervio. Además, los músculos que participan en la masticación lo hacen de manera sincrónica con los del cuello. Cuando masticamos estos dos grupos musculares se contraen y se relajan recíprocamente. A su vez, los músculos de la articulación temporomandibular y los del cuello se relacionan con los músculos que controlan el movimiento de los ojos en coordinación con la cabeza, para permitir el seguimiento visual de los objetos en movimiento. Por lo tanto también se relacionan con el sistema que controla la posición de la cabeza con respecto al cuerpo y el equilibrio.

Los vasos sanguíneos

Recordemos el papel de la venas en el organismo. Son vasos sanguíneos encargados del transporte del dióxido de carbono y de recoger los desechos metabólicos de los tejidos transportándolos al órgano encargado para su eliminación. Existe una vena muy importante, llamada la angular, que comienza en el ojo y realiza un recorrido atravesando la cara y terminando en el masetero, músculo de la masticación. Se relaciona con los labios, el ala de la nariz, el mentón, el paladar, la submaxilar, el músculo buccinador y los alveolos donde residen los dientes. Una infección puede pasar del diente al tejido periorbitario produciendo, por ejemplo, una trombosis séptica de la vena angular de la cara con graves consecuencias.

La relación entre dientes y ojos

Las mediciones del Doctor Voll (electro-acupuntura) determinaron que  las relaciones boca-maxilares producen cambios energéticos en el organismo. En su tabla se relacionan los caninos superiores e inferiores  con los ojos. 

Ver más detalles en este enlace: relación entre los dientes y lor órganos del cuerpo.

Problemas cardiovasculares

La Sociedad Europea de Cardiología contempla que  la periodontitis se asocia con la disfunción endotelial, con la aterosclerosis y con un incremento del riesgo de infarto de miocardio e ictus. La periodontitis es un factor de riesgo cardiovascular, igual que la enfermedad renal, la obesidad o el tabaquismo. ¿Es posible que a raíz del problema arterial y venoso causado por la inflamación buscal se produzca un infarto de una arteria ocular? Podría contemplarse esta posibilidad.

Para concluir, el hombre es un ser de alta complejidad. Son muchos los factores que escriben su historia de vida. Sus componentes biológico, emocional, espiritual, lógico, lingüístico, cultural, social e histórico le permiten relacionarse consigo mismo y con su entorno. De esta relación emergen  respuestas  que  pueden ser leídas como aisladas e incoherentes, pero que tienen toda la correspondencia posible.

Recuerde, si usted siente un lagrimeo, sensación de ardor en el ojo, enrojecimiento, picor, dolor, sensibilidad a la luz, ¡no descarte que, además de la visita a su médico de confianza, tenga que ir al dentista!

Dra. Victoria Castañeda Garzón
Odontóloga Bioenergética. COEC 6637

sábado, 2 de julio de 2016

La Dra. Aguirre nos habla de la importancia de los omega 3

Tengo el gusto de ofreceros una entrevista con la doctora Mercedes Aguirre, científica reconocida por su investigación en el campo de la nutrición y, en concreto, de los ácidos grasos omega 3. Le agradezco a Mercedes su tiempo y su atención al responder a estas preguntas y os invito a leer con atención, pues nos da una información muy valiosa.

Entrevista

Usted es bióloga. Desde la biología, ¿qué motivos la han llevado a investigar temas de salud humana, como la visión y la cognición?
En 1994, poco después de haberme doctorado en Inglaterra, comencé a trabajar en el mundo sanitario (como analista clínico, investigadora en ensayos clínicos, traductora de textos científicos etc.). Casi al mismo tiempo, comencé a introducirme y formarme en el mundo de la alimentación y suplementación, algo que ha durado hasta la actualidad y que ha sido la base de los 3 libros que tengo publicados. La tríada formada por salud + suplementación + alimentación permite tener una visión mucho más amplia de cualquier problema o alteración de salud, más allá de la visión y cognición. Dicho esto, sí que es cierto que mis conocimientos sobre los omega 3 me han hecho incidir especialmente en esas dos áreas.

Los famosos omega 3, en efecto, son una de sus especialidades. De cara a lectores que no conozcan mucho el tema, ¿nos podría explicar brevemente por qué son tan importantes para la salud humana?
Los omega 3 marinos, entendidos fundamentalmente como el DHA y EPA (¡que son distintos a los omega 3 terrestres de semillas o frutos secos!), son especialmente deficitarios en nuestra dieta, a pesar de vivir en un país con un alto consumo de pescado. Este tipo de grasas apenas están presentes en el pescado blanco (que es el más consumido), estando en cambio presentes en el pescado azul cuyo consumo es menos habitual y con cuyo cocinado pueden darse igualmente pérdidas. En edades tempranas (bebés y niños pequeños) el DHA es sin duda el omega 3 marino más deficitario y crucial para el desarrollo cognitivo y visual (un 35% de la grasa insaturada cerebral es DHA y en el caso de la retina, un 55% de la mácula). Y ya en la edad adulta, sigue siendo un ácido graso crucial a la hora de protegernos frente a enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer) así como visuales (degeneración macular, ojo seco). Así mismo, en las edades adultas aparte del DHA, el EPA se hace más necesario dado que son edades donde predominan más los procesos inflamatorios (ej. artritis), aunque también cuenta con interesantes bondades en alteraciones neuropsiquiátricas. Por tanto, los omega 3 tienen una razón de ser en gran parte de las etapas de nuestras vidas. La clave para explotar al máximo su potencial es saber utilizarlos bien, algo que, paradójicamente, todavía hoy mucha gente no sabe…

En concreto, ¿por qué son beneficiosos para la vista?
La retina viene a asemejarse a una pantalla de cine en la cual se proyectan las imágenes de lo que vemos. Dicha pantalla en forma de bóveda cuenta en su zona central con una pequeña subzona llamada mácula, que es la responsable de que tengamos una adecuada claridad y nitidez en nuestra visión central. Dado el alto contenido en DHA de dicha zona (55%), cualquier situación que deteriore dicha grasa o que no la aporte en cantidades adecuadas, puede comprometer nuestra visión central. Así mismo, el DHA cuenta con probadas bondades a nivel de superficie de ojo (córnea), donde ayuda a mejorar de manera notable la sequedad ocular (ej. por cambios hormonales en el climaterio o por uso de lentillas), además de activar de manera notable la regeneración de la córnea cuando ha sufrido algún daño (ej. daño mecánico, operación Lasik o daño por un herpes). Más secundariamente, también puede ofrecer algún apoyo a nivel de las células ganglionares del nervio óptico.

En el mercado hay muchos suplementos de omega 3. ¿Qué deberíamos tener en cuenta a la hora de elegirlos?
Para entender qué nos puede llegar a ofrecer un producto comercial a base de omega 3 primero de todo hay que saber ‘descifrar’ su etiqueta. El marketing a base de cifras, imágenes y un bonito eslogan puede conducirnos a creer que un producto tiene bastante más omega 3 de los que realmente tiene. Una sencilla operación que en la mayoría de los casos suele ayudarnos a saber qué estamos comprando es la siguiente: a la cantidad total de aceite de pescado que hay por perla (ej. 500 mg), restarle la cantidad de DHA y EPA que la Información Nutricional del etiquetado indica que hay por perla. La diferencia entre ambas cifras es mayoritariamente grasa vacía que no aporta nada a nuestra salud. Con esta sencilla operación, uno a menudo descubre que en ocasiones más de un 70 % del contenido de la perla es grasa que no sirve para nada… y que, por tanto, el dinero que paga va destinado a un porcentaje de omega 3 (entendido como DHA y/o EPA) muy bajo.

Por otro lado, si nos remitimos a las investigaciones de los últimos años, las bondades de los omega 3 se expresan, en la mayoría de los casos, a partir de 1.000 mg de DHA y/o EPA, dosis que requerirían muchas perlas en el caso de un preparado donde gran parte de su contenido son grasas no omega 3 (o grasas vacías). Así mismo, se ha visto que cuanto mayor sea el pack de grasas vacías que acompaña a la fracción omega 3, menor será su eficacia.

Por tanto, las claves para explotar al máximo el potencial que un omega3 marino nos pueda ofrecer son la concentración (al menos 1.000 mg) y la pureza (minimizar las ‘grasas vacías’). Y añadiendo a lo anterior saber que cada aplicación requiere una dosis y si no se alcanza la dosis no se alcanza el objetivo. El rango de dosis en los que uno debería moverse para utilizar adecuadamente el DHA y/o EPA es entre 1.000-4.000 mg/diarios.

¿Qué diferencia los suplementos de omega-3 de NUA del resto?
El NuaDHA es un alto concentrado de DHA que se caracteriza porque prácticamente carece de grasas vacías, aportando una alta cantidad de DHA por perla (ej. NuaDHA 1000 aporta entre 1.050-1.100 mg DHA/perla). Por eso, una perla de NuaDHA 1000 puede equivaler a 5, 10, 15, 20 o más perlas de otros preparados comerciales. Entendiendo este concepto de pureza y concentración uno se da cuenta que NuaDHA es probablemente uno de los preparados más competitivos del mercado nacional e internacional de los omega 3. Lo mismo se puede decir del NuaEPA1200, un alto concentrado de EPA (1.200 mg/perla).

Además de lo anterior, la separación de cada ácido graso en preparados distintos es otro elemento que diferencia a los omega 3 de NUA del resto del mercado, que habitualmente ofrece mezclas de DHA y EPA además de grasas no omega 3. En el caso de NUA, al tener cada molécula omega 3 separada, es posible hacer un ‘traje a la medida’ de las necesidades de cada usuario, tomando uno, otro o ambos ácidos grasos, según sea el caso. Es importante conocer que en el caso de mujeres embarazadas y niños pequeños (hasta 6 años) es mejor que sólo tomen DHA y no EPA, ya que este último ácido graso, según qué cantidades, puede entorpecer el desarrollo cerebral en edades tempranas (de hecho, no se incluye en leches maternizadas).

¿Qué consejos prácticos nos daría para mantener una visión sana?
Cuidar de la alimentación, protegerse los ojos con gafas solares adecuadas en verano y en caso de ir a piscinas, con gafas de agua. A parte, intentar evitar la luz directa de los LEDS en nuestros ojos, ya que su riqueza en longitud de onda azul es especialmente dañina para la retina. Y en determinadas épocas de año, si fuera necesario, tomar un suplemento visual de refuerzo (ej. NuaDHA visión).

Y para una persona que tiene deterioro en la visión, ¿qué aconseja?
Es preciso darse cuenta de que nuestro cuerpo no es la suma de un conjunto de compartimentos estancos independientes, sino que todas las zonas están relacionadas y lo que ocurra en una zona del cuerpo puede afectar a otra zona aparentemente distante o inconexa… Para el caso del sistema visual, una de las conexiones más estrechas es con el sistema cardiovascular, ya que muchas alteraciones visuales llevan apareado un deterioro vascular subyacente (ej. colesterol y triglicéridos elevados o azúcar elevado). Por tanto, es preciso cuidar la alimentación, dando mayor protagonismo a las frutas y verduras, alimentos integrales (con fibra), pescado y carne (esta última con moderación, especialmente las carnes rojas) y, por supuesto, ejercicio regular.

Concretamente, para la degeneración macular, ¿qué alimentos nos conviene tomar?
El DHA es sin duda un nutriente clave y, habida cuenta de que muy poca gente toma semanalmente una cantidad de pescado azul suficiente para aportar un suministro adecuado de DHA, mi recomendación sería que el aporte diario de DHA en casos de DMAE fuera de al menos 2.000 mg/día, algo que sólo es posible conseguir a través de un suplemento. A parte del DHA, es importante recibir un aporte adecuado de alimento ricos en xantofilas (luteína y zeaxantina) como la col rizada, nabo, acelgas, apio, espinaca, repollo, brócoli, col de Bruselas, coliflor, maíz, yema de huevo, berros, pimiento naranja, naranja, melón, pomelo, kiwi, nectarinas, mango o papaya. Así mismo interesa un aporte de vitamina C, presente en naranjas, limones, kiwi, además de alimentos y de minerales importantes como el zinc, presente en semillas de calabaza, germen de trigo, cacahuetes, ostras, cangrejo, cordero, carnes rojas o hígado entre otros. En general, el consumo regular de frutas y verduras ricas en antioxidantes es sin duda una apuesta segura.

¿Qué alimentos deberíamos evitar para prevenir dolencias oculares o empeoramiento de la visión?
Cualquier alimento rico en grasas saturadas y especialmente trans, ya que contribuyen a dañar los vasos sanguíneos y con ello el riego en la zona visual.  Lo mismo diría de un exceso de azúcares en la dieta, que van a propiciar un proceso de ‘glicacion de proteínas’ (donde un azúcar se une a una proteína alterando su estructura y función), un fenómeno descrito especialmente en diabéticos, pero que puede afectar igualmente a todas las personas en mayor o menor medida, según sean sus hábitos.

¿Cómo ve el futuro de la oftalmología? ¿Qué le parecen las investigaciones en el campo de la regeneración celular y las células madre?
Partiendo de que no soy experta en la materia, creo que la oftalmología está consiguiendo grandes avances y, sin lugar a dudas, las células madre es un área que va a dar mucho que hablar en el futuro, no sólo en el campo de la oftalmología sino en numerosos ámbitos de la Salud.

¡Muchas gracias por su tiempo y su atención!

Para saber más...

La doctora en Biología Mercedes Aguirre Lipperheide (Getxo, 1966), se licenció en la especialidad de Biología Marina (Tenerife, 1989) para seguidamente reali­zar un doctorado de 4 años en el Departamento de Biología Pura y Aplicada de la Universidad de Leeds, dentro del campo de la biotecnología de algas (1993, Reino Unido).  Mercedes ha dedicado gran parte de su carrera a trabajar en el campo de la salud, alimentación y suplementación. Tiene publicados dos extensos libros relacionados con dichas áreas: Guía práctica de la salud en la infancia y adolescencia (2007, Octaedro) y Salud adulta y bienestar a partir de los 40 (2011, Octaedro). En Diciembre de 2015 publicó su tercer libro: Conocer y alimentar el cerebro de nuestros hijos: claves para un óptimo aprendizaje y comportamiento. (2015, Octaedro).

Desarrolla su actividad profesional como directora y responsable de I + D de los laboratorios NUA BIOLOGICAL INNOVATIONS S.L. (desde 2008) dedicados a la elaboración y distribución de complementos alimenticios, cuya área de especialización son los omega-3 de origen marino.


domingo, 26 de junio de 2016

¿Qué causa la pérdida de visión degenerativa?

Sigo con los vídeos de Andy Rosenfarb, y esta vez el tema serán las causas de muchas patologías oculares degenerativas. ¿Por qué enfermamos de los ojos y perdemos visión? Veámoslo.

Cuando pierdes visión y te diagnostican enfermedades como retinitis pigmentosa, distrofia de Stargardt, degeneración macular… ¿qué causa estos problemas?

Hay varios factores físicos que pueden causar la pérdida de visión:

  • Predisposición genética.
  • Traumatismos, lesiones, enfermedades.
  • Fármacos y drogas. Especialmente los esteroides inhalados.
  • Desequilibrios metabólicos. Como la diabetes u otras enfermedades.
  • Factores de estrés epigenéticos.
  • Enfermedad sistémica.
Veámoslos uno a uno.

Genes

Puede haber una tendencia familiar: si en tu familia hay más personas con degeneración macular o enfermedades de la retina, es posible que haya una predisposición genética a desarrollar ciertos problemas. Pero la predisposición no significa una sentencia firme, si uno se cuida se puede evitar la enfermedad.

Lesiones y traumatismos

Desde un accidente hasta una cirugía pueden causar una pérdida de visión y daño de los tejidos oculares.

Fármacos y drogas

Especialmente los esteroides inhalados que toman muchas personas con asma pueden causar lesiones importantes en la mácula. Pero ante una disyuntiva de vida o muerte, ¡hay que tomar los fármacos! Es preferible el daño colateral a la muerte por asfixia, por supuesto.

Desequilibrios metabólicos

La diabetes es un ejemplo claro de metabolismo alterado —azúcarque causa una pérdida de visión progresiva, con complicaciones varias.

Factores epigenéticos

Son factores ambientales: desde la polución, infecciones por virus, pesticidas, alimentos genéticamente modificados, etc.

Tres factores sistémicos que te roban la visión

Desde una medicina funcional e integrativa hay tres causas principales de la pérdida de visión.

  1. Mala circulación.
  2. Estrés oxidativo.
  3. Inflamación.
La circulación es importante porque las células del ojo, como todas las del cuerpo, necesitan alimento, oxígeno y eliminación de residuos. La circulación es vital para la vida.

El estrés oxidativo es un envejecimiento acelerado. Envejecer es un proceso natural, pero algunas condiciones pueden acelerarlo. En enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la esclerosis múltiple la oxidación juega un papel crucial porque acelera la degeneración. La manera de frenar el estrés oxidativo es mediante una terapia nutricional, tomando muchos alimentos ricos en antioxidantes. La dieta y el ambiente —radiaciones, etc.—pueden incrementar el estrés oxidativo.

La inflamación no sólo acelera el estrés oxidativo y la mala circulación, sino que es un fuego interno. Es exceso de calor que la célula no puede tolerar y le provoca la muerte prematura. Las células nerviosas son especialmente sensibles al calor y a la inflamación, pues no tienen un sistema de refrigeración.

Mala circulación, estrés oxidativo e inflamación. Podemos empezar ahora a controlar estos tres factores para prevenir o frenar un proceso degenerativo. Si no abordamos estos tres problemas no vamos a mejorar.

De poco sirve mejorar la circulación si continúa habiendo estrés oxidativo o inflamación. Puedes reducir la inflamación, pero si no hay buen flujo de sangre, tampoco ayudará mucho. También puedes tomar antioxidantes para reducir el estrés oxidativo, pero si la sangre no circula bien no llegarán a donde son necesarios. Por tanto, hay que cuidar los tres factores a la vez.

Un ambiento tóxico propicia la enfermedad

Un entorno tóxico nos enferma, porque promueve estos tres factores. Un ambiente con poco oxígeno y mucho dióxido de carbono es ácido, y esto acelera el estrés oxidativo y la inflamación. El calentamiento global y la contaminación nos afectan, no estamos desconectados de lo que ocurre en el planeta. Los problemas ambientales nos impactan a todos.

Las infecciones, cuando se vuelven crónicas, inflaman nuestro sistema inmune.

El estrés oxidativo se hace muy evidente en la piel: una piel tibante, seca, irritada, es una clara señal de envejecimiento. La contaminación marchita las plantas. A las personas nos castiga la piel y se nos ve más envejecidas. Mirad la piel de un niño o de un bebé: suave, flexible, tersa, blanda. No está oxidada. Con la edad y el estrés oxidativo, la piel se seca, se agrieta, pierde tono y color: se oxida y se gasta.

Otro problema importante son las enfermedades autoinmunes: cuando el cuerpo se ataca a sí mismo. El sistema inmune, en vez de atacar virus, bacterias, hongos, ataca al propio tejido humano. Puede atacar el tejido nervioso, las células del páncreas o la piel: eccemas, irritaciones, sarpullidos… Algunas enfermedades de la vista, como Stargardt, la retinitis pigmentosa, la uveítis, posiblemente tienen un componente autoinmune importante.

La acumulación de residuos tóxicos en el cuerpo, cuando no se da una buena desintoxicación, también nos está contaminando. El sistema se desequilibra y se rompe.

Las toxinas ambientales nos envuelven: humo, metales pesados, pesticidas, hormonas, esteroides, organismos genéticamente modificados, antibióticos en el agua, en el aire, en el ambiente… no podemos escapar a todos estos factores.

Pero no os angustiéis. No podemos ir por la vida con una mascarilla puesta. Tampoco podemos vivir en un lugar aislado en la montaña.

Lo que sí podemos hacer es que nuestro cuerpo, que es nuestro medio más inmediato, esté lo más limpio posible. Y esto lo conseguimos con un buen estado de los órganos depuradores: el hígado y los riñones, principalmente. Ellos se ocupan de procesar y expulsar toda la basura que metemos en nuestro cuerpo, deliberadamente o sin querer.

domingo, 12 de junio de 2016

¿Qué pruebas diagnósticas te pueden prescribir?

Inicio hoy una serie de entradas basadas en los vídeos de Andy Rosenfarb, especialista en acupuntura ocular. Son muy interesantes y, como están en inglés, iré transcribiendo al castellano sus contenidos.

En este explicaré cuáles son las pruebas diagnósticas más frecuentes para detectar algún problema de visión que revele patología ocular.

Cuando tenemos problemas visuales o sospechamos alguna dificultad, incluso hereditaria, el oftalmólogo nos puede prescribir varias pruebas para revisar cómo está nuestra visión.

Test de agudeza visual

Se trata de comprobar cuánto ves. Son pruebas de lectura de cerca y de lejos.

Campimetría o test de campo visual

Valora cómo vemos en nuestro campo visual, lo que podemos abarcar en 180 grados. En algunas enfermedades, como la retinitis pigmentosa o la atrofia macular el campo visual se reduce.

OCT

Tomografía de coherencia óptica. Es una prueba relativamente reciente que consiste en hacer cortes o secciones de la mácula con láser, para ver cuál es el funcionamiento estructural de la retina y detectar edemas, sangrados, drusas y cualquier anomalía que impida una correcta visión.

ERG

Electroretinograma es una imagen para captar la recepción eléctrica desde la retina. Es la prueba básica para detectar la retinitis pigmentosa.

Examen de fondo de ojo

Es una imagen o fotografía del fondo del ojo.

Tonometría

Mide la presión ocular, y es importante porque un exceso de presión puede conducir a problemas como el glaucoma o el desprendimiento de retina.

Color y contraste

Esta prueba mide el funcionamiento de los conos —las células que detectan el color— y los bastones —las que detectan el contraste  y la forma—. Se utilizan unas cartas con letras de tamaño decreciente.

La rejilla de Ansler

Es la imagen de una malla o red para detectar disfunciones maculares. Si hay degeneración macular las líneas se ven onduladas.


Hay algunas pruebas más, pero estas son las más frecuentes y las que ordenan los médicos a la mayoría de personas con algún problema ocular.