En la línea de ir repasando sustancias y nutrientes
relevantes para la visión, hoy quiero hablaros de la importancia del cromo.
El cromo es un mineral vital para la salud y el buen
funcionamiento de nuestros ojos, y también para nuestro metabolismo. Como otros
minerales, el organismo no lo fabrica, así que tenemos que ingerirlo con lo que
comemos.
No todos los compuestos de cromo se asimilan de igual
manera. Si tienes deficiencia de cromo y necesitas un suplemento, vale la pena
mirar de qué manera se presenta este mineral. La forma más asimilable parece que es la llamada GTF-chromium, donde
el cromo está combinado con aminoácidos para mejorar su absorción. En esta
modalidad, se absorbe hasta un 25 % del cromo, mientras que en otros formatos
(picolinato, quelatos…) solo se absorbe un 1 %. Antes de tomar cualquier suplemento, aunque sea alimentario, es bueno consultar con un nutricionista o experto en salud natural, porque todo puede tener sus contraindicaciones en algunos casos.
Es crucial aportar al cuerpo el cromo de mejor calidad,
porque juega un papel muy importante en estos procesos:
-
Ayuda a la insulina a metabolizar la glucosa y las grasas.
-
Convierte la proteína en músculo.
-
Convierte los azúcares en energía.
-
Regula el apetito.
-
Alivia la diabetes II.
-
Reduce la hipertensión.
-
Reduce la ansiedad de comer azúcares.
El cromo también se ha comprobado que reduce los niveles de
colesterol LDL en la sangre, incrementando los de colesterol HDL. Puede
prevenir e incluso revertir la aterosclerosis.
En cuanto a los ojos, ¿cómo los beneficia el cromo?
Según un estudio del Journal
of the International Academy of Preventive Medicine, la deficiencia de
cromo está ligada a la pérdida de visión y a la miopía. El cromo trabaja junto
con el ácido fólico y la vitamina C para mejorar la función de los músculos
ciliares del cristalino, los músculos que ayudan a enfocar la visión. Si no hay suficiente cromo en la sangre, dicen
los investigadores, el enfoque de la visión no se puede mantener por mucho
tiempo.
El oftalmólogo Dr. Benjamin C. Lane, ha descubierto que
«niveles bajos de cromo son un factor de riesgo para la hipertensión ocular». Ha dirigido varios estudios que muestran que
fijarla vista durante largos periodos de tiempo incrementa la presión
intraocular. Pero un aporte suficiente de cromo puede ayudar a enfocar mejor y
a reducir el estrés en los ojos.
La deficiencia de cromo y su relación con el metabolismo de la glucosa también se ha relacionado con el
desarrollo de las cataratas.
¿Qué comer para tomar cromo?
De manera natural, el cromo se encuentra presente en estos
alimentos: hígado, carne magra, huevos, pollo, ostras, germen de trigo,
pimiento verde, manzanas, plátanos, espinacas, levadura de cerveza, riñón de
cerdo y cereales integrales.
Sin embargo, la ingesta de cromo es deficitaria en la
mayoría de personas. El problema, como siempre, está en los alimentos
refinados. Porque estos no solo son bajos en cromo, sino que provocan una
pérdida de minerales. Muchas personas ―atletas,
diabéticos, madres lactantes y gente mayor― corren un riesgo especial de tener deficiencia de cromo. De ahí
la importancia de completar una buena dieta con suplementos de calidad.