domingo, 27 de abril de 2014

Atención al cromo

En la línea de ir repasando sustancias y nutrientes relevantes para la visión, hoy quiero hablaros de la importancia del cromo.

El cromo es un mineral vital para la salud y el buen funcionamiento de nuestros ojos, y también para nuestro metabolismo. Como otros minerales, el organismo no lo fabrica, así que tenemos que ingerirlo con lo que comemos.

No todos los compuestos de cromo se asimilan de igual manera. Si tienes deficiencia de cromo y necesitas un suplemento, vale la pena mirar de qué manera se presenta este mineral. La forma más asimilable parece que es la llamada GTF-chromium, donde el cromo está combinado con aminoácidos para mejorar su absorción. En esta modalidad, se absorbe hasta un 25 % del cromo, mientras que en otros formatos (picolinato, quelatos…) solo se absorbe un 1 %.  Antes de tomar cualquier suplemento, aunque sea alimentario, es bueno consultar con un nutricionista o experto en salud natural, porque todo puede tener sus contraindicaciones en algunos casos.

Es crucial aportar al cuerpo el cromo de mejor calidad, porque juega un papel muy importante en estos procesos:

-        Ayuda a la insulina a metabolizar la glucosa y las grasas.
-        Convierte la proteína en músculo.
-        Convierte los azúcares en energía.
-        Regula el apetito.
-        Alivia la diabetes II.
-        Reduce la hipertensión.
-        Reduce la ansiedad de comer azúcares.

El cromo también se ha comprobado que reduce los niveles de colesterol LDL en la sangre, incrementando los de colesterol HDL. Puede prevenir e incluso revertir la aterosclerosis.

En cuanto a los ojos, ¿cómo los beneficia el cromo?

Según un estudio del Journal of the International Academy of Preventive Medicine, la deficiencia de cromo está ligada a la pérdida de visión y a la miopía. El cromo trabaja junto con el ácido fólico y la vitamina C para mejorar la función de los músculos ciliares del cristalino, los músculos que ayudan a enfocar la visión. Si no hay suficiente cromo en la sangre, dicen los investigadores, el enfoque de la visión no se puede mantener por mucho tiempo.

El oftalmólogo Dr. Benjamin C. Lane, ha descubierto que «niveles bajos de cromo son un factor de riesgo para la hipertensión ocular». Ha dirigido varios estudios que muestran que fijarla vista durante largos periodos de tiempo incrementa la presión intraocular. Pero un aporte suficiente de cromo puede ayudar a enfocar mejor y a reducir el estrés en los ojos.

La deficiencia de cromo y su relación con el metabolismo de la glucosa también se ha relacionado con el desarrollo de las cataratas.

¿Qué comer para tomar cromo?

De manera natural, el cromo se encuentra presente en estos alimentos: hígado, carne magra, huevos, pollo, ostras, germen de trigo, pimiento verde, manzanas, plátanos, espinacas, levadura de cerveza, riñón de cerdo y cereales integrales.

Sin embargo, la ingesta de cromo es deficitaria en la mayoría de personas. El problema, como siempre, está en los alimentos refinados. Porque estos no solo son bajos en cromo, sino que provocan una pérdida de minerales. Muchas personas ―atletas, diabéticos, madres lactantes y gente mayor― corren un riesgo especial de tener deficiencia de cromo. De ahí la importancia de completar una buena dieta con suplementos de calidad.

domingo, 6 de abril de 2014

El apoyo de los amigos

En todo proceso de recuperación y cambio personal un factor decisivo es el apoyo de los amigos. No basta el terapeuta, los médicos o la fuerza de voluntad de uno mismo. Todo esto es crucial, pero falta algo para completar el proceso y darnos la motivación y los ánimos que necesitamos para seguir luchando.

El amigo tiene un valor terapéutico inmenso. Porque, más allá del tratamiento, el cambio de hábitos, todo lo que se hace en el nivel biológico y conductual, es necesario actuar en el nivel energético y emocional. Aquí es donde los amigos juegan un papel clave. ¿Los amigos te pueden curar? Pueden ayudarte mucho. No son médicos, pero aportan ese apoyo imprescindible para activar tus propias fuerzas curativas, tus defensas, tus recursos internos. Es sabido que las emociones influyen en nuestro metabolismo. De la misma manera que el estrés baja nuestras defensas y nos hace segregar hormonas que nos mantienen alerta y tensos, la presencia de un buen amigo activa el sistema inmunitario, genera confianza, bienestar, y promueve un estado orgánico más relajado  que favorecerá la salud.

“El amor todo lo cura”. Es un dicho popular que encierra una gran verdad. La amistad es sanadora. En mi caso, he tenido la suerte de contar con muchos amigos, una auténtica red de apoyo que, después de seis años de mi incidente ocular, siguen ahí, acompañándome, interesándose por mi estado, buscando alternativas, aconsejándome, ayudándome de mil maneras. Para el amigo, lo importante no es tu ojo, sino toda tu persona. Y cuando recibes su cordialidad, todo en ti mejora: la vista, tu estado anímico y tu salud global.

Una parte de nuestra vida deberíamos dedicarla a apoyar a gente que lo pasa mal. Podemos hacer un bien inmenso a estas personas, y nosotros también nos sentiremos felices compartiendo lo que sabemos y ayudándolas.

¿Por qué me decidí a abrir este blog? Mi intención era esta: poder ayudar a otras personas que hayan vivido una experiencia similar o de otra índole. Saber que puedo ayudar a mucha gente que está siguiendo el blog me llena de alegría y me motiva a seguir adelante en mi investigación por buscar los mejores remedios.

Escribir sobre la propia experiencia también es una auto-terapia, que nos ayuda a ordenar nuestras vivencias y a darles un sentido positivo. Toda enfermedad, todo accidente, nos quiere enseñar algo. Por eso, aunque la ciencia no pueda responder a tu problema en este momento, pienso que siempre hay otras opciones o pueden surgir oportunidades y descubrimientos que nos permitan mejorar. Tengo fe en la maravillosa mente humana y en su capacidad de autocuración. Finalmente, no te cura el médico, te curas tú con tu fuerza vital y con los recursos que te han dado.

¿De dónde he sacado esta fuerza para seguir adelante? De saber que hay un grupo de gente apoyándome. Ellos me animan y me impulsan. No subestimemos nunca la fuerza de las redes humanas.

A raíz del trombo ocular, he sido más consciente de mi salud, tanto física como espiritual. Si no me hubiera ocurrido esto, nunca hubiera llegado a abrirme tanto a aprender, a conocer y a solidarizarme con otros. Me ha abierto los ojos del alma para descubrir el valor de cuidarse y ser conscientes de lo que hacemos, decimos y pensamos cada día. Porque lo que hacemos, decimos y pensamos repercute directamente en nuestra salud.