domingo, 28 de enero de 2018

Un año después: conclusiones

A un año y ocho meses de mi última inyección, puedo decir que mi vista ha ido estabilizándose, aunque he tenido algunas fluctuaciones. Pueden ser debidas al estrés, a situaciones emocionales concretas, incluso a los cambios de tiempo, frío, calor… Aunque realmente haya logrado llegar a este periodo tan largo, el ojo sigue siendo muy sensible y tengo que estar muy alerta.

Pero no me rindo. Seguiré luchando e investigando. Sé que cada día se están produciendo avances científicos y nuevos hallazgos. Quizás algunos tarden en convertirse en terapias efectivas. Pero mientras tanto, exploro lo que hay e intento mejorar cada día. Finalmente, el cuerpo humano todavía guarda muchos misterios que la ciencia médica no ha resuelto. Está íntimamente ligado a nuestra psique, y en este campo las posibilidades son infinitas e insospechadas. Más allá de la ciencia y de las terapias hay factores que pueden ayudar y producir un cambio positivo.

En resumen, creo que mi mejora visual y el haber podido llegar a casi un año y nueve meses sin tener que inyectarme, se debe a seis factores clave:

-        cuidar lo que entra por la boca, la alimentación,
-        cuidar lo que sale de tu cabeza, los pensamientos y las emociones;
-        controlar la tensión sanguínea y la ocular;
-        controlar el colesterol;
-        controlar el estrés.

Y, finalmente, si estás en una situación similar a la mía, te diría: no pierdas de vista que tienes una vida, tu vida tiene un propósito y hay unas personas a quienes querer y que desean tu salud. Esto es suficiente motivación como para luchar por tu visión cada día. ¡Ánimo!

Hoy aprovecho para recomendaros “Cuida tu vista”, una web muy práctica y llena de buenos consejos para cuidar vuestra visión. Su autor es el optometrista Ramón García, y entre otras cosas ofrece talleres on line para aprender cómo funcionan nuestros ojos y cómo cuidar la vista.