Casi todos sabemos que el cuerpo necesita tomar alimentos
que contengan azúcares, grasas y proteínas. Nos han explicado que los azúcares
son fuente de energía, las grasas también, además de formar algunas vitaminas,
hormonas y tejido protector, y las proteínas son elementos de construcción,
reparación y regulación.
Pues bien, desde hace décadas algunos científicos han venido
desarrollando una nueva ciencia, la glicobiología,
o ciencia de los azúcares, y han descubierto que algunos azúcares hacen mucho
más que aportarnos combustible al cuerpo. Son vitales para desarrollar todos
los procesos de nuestro metabolismo y para que las proteínas que operan en las
células puedan desempeñar su función.
¿Cómo se ha descubierto esto? Estudiando a fondo el
metabolismo celular. Así, ahora se sabe que existen varios carbohidratos que se
asocian a ciertas proteínas y forman las llamadas glicoproteínas. Las
glicoproteínas son unos filamentos, como cabellos finísimos, que se adhieren a
la membrana de la célula y allí realizan tareas importantísimas, como facilitar
la entrada de nutrientes a la célula, neutralizar amenazas de cuerpos extraños,
regenerar tejidos, expulsar residuos, etc. Cada proteína contiene un mensaje o
instrucción para realizar una función concreta, y el azúcar asociado es como el
cartero que lleva ese mensaje al lugar apropiado dentro de la célula.
Pero, ¿qué azúcares son los que realizan esta importante
tarea? Son ocho, llamados gliconutrientes
o azúcares esenciales. Nuestro cuerpo no los produce, así que debemos tomarlos
con la dieta. Y, como sucede con otros nutrientes, nuestro régimen habitual es
muy desequilibrado y deficitario.
De los ocho gliconutrientes esenciales, hay dos que sí
consumimos, en mucha cantidad: la glucosa y la galactosa. La glucosa está
presente en todas las harinas y azúcares, así como en los alimentos vegetales.
La galactosa está en la leche y los lácteos. Nuestro aporte de estos dos
azúcares está asegurado, pero el problema es que el cuerpo necesita los ocho.
¿Qué ocurre con los seis restantes?
Los azúcares esenciales
Además de la glucosa y la galactosa, los otros seis azúcares
que necesitamos son:
- La fucosa, presente en la leche materna y en varias algas.
- La manosa, se extrae del áloe vera y es muy importante para la prevención de infecciones y la regulación del sistema inmune.
- La xilosa, procedente del abedul (xilitol).
- La N-Acetil Glucosamina, que ayuda a reparar los cartílagos y reduce los procesos de inflamación.
- La N-Acetil Galactosamina, importante para la comunicación intercelular.
- El ácido N-Acetil neuramínico, involucrado en el desarrollo del cerebro y en la regulación del sistema inmune. También presente en la leche materna.
La agricultura intensiva y la industrialización de los
alimentos, su recolección prematura y los largos periodos de envase y
conservación hacen que nuestra dieta sea muy pobre en estos nutrientes
esenciales. El cuerpo humano puede sintetizar los ocho azúcares a partir de la
glucosa y la galactosa, pero el proceso requiere una enorme cantidad de
energía, vitaminas, minerales y conversiones enzimáticas. Todo esto desgasta y
quita fuerzas al cuerpo y provoca una caída del sistema inmunológico. Como
consecuencia, el organismo no se regenera al ritmo adecuado ni puede responder
a la presión del estrés y las toxinas que solemos ingerir o respirar.
De ahí que, además de cuidar lo que comemos, de tanto en
tanto sea bueno tomar una tanda de suplementos que refuercen nuestro
metabolismo. Sobre todo en épocas de trabajo intenso, estrés, enfermedad o
carencia.
La empresa Mannatech es pionera en la investigación de los
gliconutrientes y ha diseñado una serie de productos alimenticios que aportan
estos azúcares esenciales, cuidando especialmente que su origen sea orgánico,
de plantas vivas y cultivadas con medios ecológicos. De esta manera los
nutrientes pueden ser asimilados de forma óptima.
Hay que tener cuidado con los suplementos. En el mercado
existen muchos y de muchas marcas. Su calidad es variable. Muchos suplementos
ofrecen aporte de minerales y vitaminas. Pero, ¿cuál es su origen? Pueden ser extraídos
de minas, canteras, residuos o incluso del petróleo. No son asimilables por
nuestro organismo y los excretamos por la orina tal como los ingerimos, de
manera que son un gasto inútil y solo conseguimos sobrecargar nuestro hígado y
nuestros riñónes. Por eso, aunque parezca muy quisquilloso, vale la pena leer
la etiqueta y preguntar al farmacéutico o al encargado de la tienda de
dietética para que nos informe bien, o bien informarnos nosotros sobre el
origen y forma en que se presentan los suplementos. Si su origen está certificado
como procedente de plantas y cultivos ecológicos tendremos la garantía de que
esos elementos serán biodisponibles, es decir, asimilables por nuestro
organismo, y harán su efecto.
Efectos positivos de tomar gliconutrientes
Los gliconutrientes son básicos para reforzar el sistema
inmunitario y favorecer el metabolismo celular. Pueden reforzar el cuerpo a la
hora de combatir infecciones, tumores, inflamaciones y procesos autoinmunes.
Favorecen la regeneración de tejidos y células. Cuando el cuerpo funciona bien,
también se tiene más energía y mejoran procesos como la digestión, la
locomoción, y también la vista y los sentidos. En definitiva, contribuyen a la
salud y al bienestar.
Varios grupos de científicos están sugiriendo que la
investigación sobre los gliconutrientes supondrá toda una revolución no solo en
el mundo de la dietética, sino en la industria farmacéutica. Muchos
medicamentos podrían ser reemplazados por suplementos que aporten estos
azúcares esenciales, ya que su presencia en nuestro cuerpo evitaría o paliaría numerosas
patologías.
Podéis ver más información en este vídeo: http://youtu.be/PYwgkqogFDc
Y en esta web: http://www.glicospain.com/GSglico-index.php
Oncólogo y pediatra Dr. Martí i Bosch habla sobre los
gliconutrientes: http://youtu.be/nkq3npgWnMs