domingo, 28 de septiembre de 2014

Cómo vemos - Anatomía del ojo

¡Es el cerebro el que ve, no los ojos!

Los ojos no ven, es el cerebro el que ve. Los ojos son los órganos que recogen la información visual para el cerebro, de la misma manera que nuestras manos recogen información táctil que luego el cerebro interpreta. La mano y el ojo son inútiles sin sus conexiones con el cerebro.

Saber que el circuito completo, no solo los ojos, es responsable de nuestra visión, nos permitirá comprender mejor cómo funciona nuestro sistema visual.

Embriología del ojo

Tres semanas después de la concepción se empieza a formar el ojo. Después de siete semanas, el feto ya posee el globo ocular completo con sus diferentes capas de tejido cerebral. El ojo es una parte del cerebro ―en realidad, podríamos decir que es la única parte visible del cerebro desde el exterior―. Siete meses después de la concepción los párpados se abren dentro de la matriz. Los ojos continúan creciendo y cambiando mientras el bebé está en el útero y seguirán haciéndolo, de manera muy sutil, a lo largo de nuestras vidas.

El exterior del ojo

Las áreas auxiliares del ojo son la conjuntiva, o capa entre la córnea y el párpado. Las pestañas se conectan con los párpados. Las glándulas lacrimales producen fluido lacrimal segregado por los conductos lacrimales.

El globo ocular

Está envuelto en una capa, la esclerótica, que es la parte blanca que vemos parcialmente desde el exterior. Hay músculos externos conectados con ella que mueven el ojo de un lado a otro y de arriba abajo. El ojo descansa en un fluido graso que lo protege y facilita los movimientos.

En la región anterior del ojo, de afuera adentro, encontramos las tres capas de la córnea, el humor acuoso, la pupila ―agujero en medio del iris―, el iris ―la parte coloreada del ojo―. Dentro del iris encontramos la lente o cristalino, conectada por medio de diminutas fibras al cuerpo ciliar. La lente se mueve y cambia de forma en conexión con estas fibras musculares.

La región interna del ojo consiste en el humor vítreo ―el fluido transparente que llena el globo ocular―, la retina y la capa coroides, que la rodea.

Cuando la luz incide en nuestros ojos atraviesa muchas estructuras delicadas y fluidos. La primera es la córnea, después el humor acuoso, la pupila, la lente y todo el humor vítreo del globo, hasta llegar a la retina, donde se ubican la mácula y la fóvea central, que está situada en la parte posterior de la retina.

La retina

La retina, la parte interior del ojo, consiste en múltiples capas de foto receptores, llamados conos y bastones. Hay unos 137 millones de foto receptores en la retina, 130 millones de bastones y unos 7 millones de conos ―la proporción es de 95 a 5―. Estos foto receptores son estimulados por la luz. Están conectados al cerebro y cuando son activados transmiten la información lumínica al cerebro visual. Los foto receptores están concentrados en la fóvea central y en la mácula que la rodea; esta es el área responsable de la visión central. Los bastones solo se encuentran en el área periférica de la retina, en el borde de la mácula, siguiendo la llamada ora serrata, o borde serrado.

La visión posee cinco características: profundidad, color, movimiento, luz-oscuridad y forma, y todas ellas son procesadas en el córtex visual. Los conos son responsables de la resolución, la vista enfocada y la percepción del color. Los bastones son responsables de la visión nocturna y periférica.
Para que os hagáis una idea de lo sofisticado que es este sistema, los científicos todavía son incapaces de trasplantar la retina de un donante a un paciente. Se pueden trasplantar corazones, hígados, pulmones y riñones, incluso córneas. Pero conectar la retina con el cableado cerebral es algo que todavía no ha podido realizarse debido a la enorme cantidad de circuitos neuronales implicados.

Envolviendo la retina encontramos la capa coroides, que le aporta riego sanguíneo. La sangre fluye por la capa coroides hacia el cuerpo ciliar, responsable de la producción del humor acuoso.

Ya conocemos un poco mejor la anatomía de nuestro sistema visual. En una próxima entrada hablaremos de su funcionamiento y su conexión con el cerebro.
Fuente: Eyebody, libro de Peter Grunwald.

domingo, 21 de septiembre de 2014

El método Eyebody

El año pasado tuve la ocasión de conocer el método Eyebody (Cuerpo-Ojo), creado por Peter Grunwald. Me interesó tanto que compré el libro de su autor y lo leí. Aquí ofrezco un extracto de su introducción. Se trata de un método de trabajo consciente corporal que da resultados muy buenos en personas con déficit de visión.

Además, aporta ideas muy innovadoras e interesantes, como el hecho de que el cuerpo entero se refleja en el ojo y en el sistema visual completo. Por tanto, igual que en reflexología, activar ciertos puntos conlleva una mejor global de la salud.

Sobre el autor

Peter Grunwald llevó gafas durante 27 años, a causa de su miopía y astigmatismo. Su habla, postura y visión se deterioraban con el paso de los años y necesitaba lentes cada vez más gruesas. Todo cambió el día que comenzó a estudiar la Técnica Alexander, que le aportó mejoras posturales, verbales y mentales. Después de conocer el Método Bates para mejorar la visión, Peter se formó en Alemania con la prestigiosa instructora Janet Goodrich. Dieciocho meses después dejó de llevar gafas.

Fue entonces cuando Peter descubrió que los ojos están vinculados con las estructuras del cerebro que gobiernan el cuerpo humano, las emociones y la capacidad de pensar y razonar. En miles de talleres y sesiones de su consulta ha podido ver profundos cambios en el cerebro, el ojo y la coordinación corporal, así como en la visión, la postura, el equilibrio emocional y las funciones cerebrales.

Peter vive con su familia en Nueva Zelanda, donde tiene su consulta, y dirige seminarios por todo el mundo.

Cómo nace el método Eyebody

La técnica Alexander es un sistema de posturas y movimientos desarrollado por un australiano a finales del siglo XIX. Ayuda a mejorar la salud a través de un trabajo que implica toda la persona: la mente y el cuerpo.

El Método Bates es una técnica que ayuda a mejorar la visión de forma natural, mediante ejercicios de la musculatura ocular.

Peter Grunwald no solo sintetiza ambas técnicas, sino que las trasciende, creando un nuevo método de integración cuerpo-mente. El método Eyebody ofrece una manera de lograr la serenidad y percibir el mundo en 3D sin necesidad de un equipamiento sofisticado, simplemente utilizando el potencial mental y corporal de la persona.

La experiencia de Peter durante treinta años le ha llevado a perfeccionar una serie de prácticas somáticas, definidas como la relación entre cuerpo, pensamiento, creencias culturales, sentimientos individuales y voluntad. El centraje cuerpo-mente (BMC, BodyMind Centering) enfatiza la importancia de la anatomía experiencial: ser capaz de modificar la estructura anatómica mediante la mente. La optometría conductual sostiene que la visión puede cambiar así, y la experiencia de Peter con sus pacientes así lo demuestra.

Las imágenes tridimensionales son producidas en el cerebro, no en los ojos. Nuestro cerebro lo hace por nosotros, pero si elegimos pensar en este proceso de manera consciente, como Peter enseña, la visión adquire una tridimensionalidad extraordinaria y vívida.