A un año y ocho meses de mi última inyección, puedo decir
que mi vista ha ido estabilizándose, aunque he tenido algunas fluctuaciones. Pueden
ser debidas al estrés, a situaciones emocionales concretas, incluso a los
cambios de tiempo, frío, calor… Aunque realmente haya logrado llegar a este
periodo tan largo, el ojo sigue siendo muy sensible y tengo que estar muy
alerta.
Pero no me rindo. Seguiré luchando e investigando. Sé que
cada día se están produciendo avances científicos y nuevos hallazgos. Quizás
algunos tarden en convertirse en terapias efectivas. Pero mientras tanto,
exploro lo que hay e intento mejorar cada día. Finalmente, el cuerpo humano
todavía guarda muchos misterios que la ciencia médica no ha resuelto. Está íntimamente
ligado a nuestra psique, y en este campo las posibilidades son infinitas e
insospechadas. Más allá de la ciencia y de las terapias hay factores que pueden
ayudar y producir un cambio positivo.
En resumen, creo que mi mejora visual y el haber podido
llegar a casi un año y nueve meses sin tener que inyectarme, se debe a seis
factores clave:
-
cuidar lo que entra por la boca, la
alimentación,
-
cuidar lo que sale de tu cabeza, los
pensamientos y las emociones;
-
controlar la tensión sanguínea y la ocular;
-
controlar el colesterol;
-
controlar el estrés.
Y, finalmente, si estás en una situación similar a la mía,
te diría: no pierdas de vista que tienes una vida, tu vida tiene un propósito y
hay unas personas a quienes querer y que desean tu salud. Esto es suficiente
motivación como para luchar por tu visión cada día. ¡Ánimo!
Hoy aprovecho para recomendaros “Cuida tu vista”, una web muy práctica y
llena de buenos consejos para cuidar vuestra visión. Su autor es el
optometrista Ramón García, y entre otras cosas ofrece talleres on line para
aprender cómo funcionan nuestros ojos y cómo cuidar la vista.
Buenas tardes,
ResponderEliminarrecientemente he descubierto su blog y acabo de adquirir su libro, que estoy deseando leer.
Me siento muy identificada en algunas partes de su problema de visión; pues estoy en una situación parecida. Tengo 31 años y miopía magna, la cosa es que este 2019 me animé a operarme para quitarme las gafas y lentillas, la operación fue muy bien pero la alegría me duró bastante poco! al mes de la operación, me desperté una mañana y en mi ojo izquierdo veía raro, nunca he sabido explicar como veía pero en su libro lo explica perfectamente, porque es así, tal cual, era como tener una gota delante del ojo, más a parte las líneas torcidas.
A partir de ese día, empecé con las inyecciones intravitreas (eylea en mi caso), hasta el momento llevo 3 y parece que se ha detenido.
EL problema es que no sé como llevar esta situación, me despierto aterrada todas las mañana pensando que me puede volver a pasar, me da miedo hacer todo: deporte, leer mucho por si canso demasiado la visión etc. Y al leer su experiencia, estoy encontrando algo de consuelo y me ayuda a llevarlo mejor.
Muchas gracias por hacer este blog que continuaré leyendo y cuando termine por completo su libro pienso poner en práctica muchos de los consejos que ofrece.