Nunca olvido que mi problema ocular se originó fuera del
ojo. Todo vino por un fallo circulatorio, debido a un problema de todo mi
cuerpo (hipertensión, sobrepeso, colesterol, estrés…). Por eso a la hora de
seguir una terapia no basta con los remedios específicos para el ojo, sino que
hay que buscar la manera de que todo tu cuerpo mejore sus funciones para
frenar el problema, prevenir y evitar males mayores.
Mi oftalmólogo actual complementa mi seguimiento convencional
con homeopatía espagírica. Sé que muchas
personas son reticentes a esta medicina, y no pocos médicos dicen que “no creen
en ella”. Yo también tiendo a ser una persona escéptica, pero aquí no se trata
de creer, sino de ver resultados. Y el resultado, desde que sigo la terapia
homeopática, es que he pasado de pincharme cada dos o tres meses a pincharme
una vez al año, o incluso menos (¡ahora llevo un año y ocho meses!).
¿Qué tomo? Un fármaco convencional, Idaptan. Unos
suplementos de mucha calidad con omega 3 y antioxidantes para la vista:
Celavista y Antioximax (a veces alterno Celavista con NuaDHA). Esto ayuda a
nutrir bien el tejido nervioso y ocular. Y cinco preparados homeopáticos (con
los meses algunos van variando). Son dos pastillas y tres tipos de gotas, a
base de minerales como el silicio, el calcio y diversas hierbas medicinales como la árnica. La
función de estos preparados es mejorar la microcirculación periférica (flujo de
sangre al ojo), bajar la inflamación global del cuerpo y mejorar la circulación
sanguínea.
Mejorar la calidad de la sangre
Finalmente, con el fin de mejorar mi salud en general y mi
circulación, he ido a la consulta del doctor H., especializado en medicina biológica. El doctor H. es un
científico inquieto, que tiene un vasto campo de conocimientos, tanto de
medicina occidental como oriental, biología y química. A raíz de sus investigaciones
en laboratorio ha diseñado y patentado diversos productos de medicina
molecular. Uno de sus instrumentos de diagnóstico es el análisis de unas gotas
de sangre con microscopio de campo oscuro. Poder ver las células sanguíneas a
gran aumento permite detectar muchos problemas del metabolismo y diferentes
factores que influyen en la salud. En mi caso, el doctor H. vio que mis
glóbulos rojos (hematíes) estaban un poco deformados y tendían a formar
conglomerados. Había señales de alguna infección o patología y la sangre no
corría con la fluidez deseada. Por la información que le dio mi sangre, él
detectó un hígado inflamado y algún tipo de patógeno, y esto puede contribuir a
las hemorragias internas del ojo. La solución que me dio fue tomar un preparado
homeopático, Mucokehl, unas pastillas homeopáticas, Base 14 de Erlingen (más
tarde pasé a la Base 2) y unos suplementos de aminoácidos para mejorar la
producción de antioxidantes en mi propio organismo. En un seguimiento
posterior, interesado por mi problema ocular, el doctor H. diseñó un preparado
homeopático nuevo, pensando en pacientes con patologías similares a la mía, que
estoy tomando actualmente. Lo ha llamado fórmula Qi.
El resultado de estos tratamientos es que mi sangre, un año
después, se ve más fluida, los hematíes están mejor formados, no forman
conglomerados como antes y los síntomas de inflamación se están reduciendo. Es
impresionante apreciar estas diferencias en la imagen de campo oscuro. ¿Tiene
algo que ver todo esto con el hecho de no tener que volverme a pinchar? Estoy
convencido de que sí. La sangre es un fluido vital. Si su composición y la
calidad de sus células varía, esto tiene repercusiones en todo el cuerpo y, muy
especialmente, en las zonas que necesitan una gran irrigación, como los ojos.
Acupuntura ocular
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