Con el paso de los años he ido aprendiendo más sobre los suplementos. He tomado muchos, y sé que es importante elegirlos de calidad y que no todos son necesarios o tan buenos como se vende.
En principio, una buena dieta, completa y variada, debería ser suficiente. Pero en casos de carencia, o cuando hay necesidades especiales, los suplementos pueden ser un buen apoyo. Pero atención, jamás suplirán una buena dieta y tampoco contrarrestarán los daños de una mala alimentación. O sea, que si tienes un problema visual y fumas, o comes muchas grasas y azúcares, y crees que tomando vitaminas lo vas a solucionar o minimizar, te equivocas.
Ahora bien, la industria de los suplementos también es poderosa y a veces vende gato por liebre. Muchos compuestos vitamínicos son simplemente imposibles de absorber: nuestro cuerpo los elimina tal como entran o bien los almacena como residuo, y en ese caso la ingesta reiterada puede llegar a ser dañina, al provocar una intoxicación de un elemento extraño que no se puede asimilar.
Si hay que tomar suplementos, buscad los que sean procedentes de plantas, y en forma biodisponible. Aunque sea pesado, conviene leer las etiquetas (en otra entrada hablaré más sobre esto). Pedid consejo al farmacéutico o a vuestro médico o terapeuta si tenéis dudas.
Para la vista hay ciertos suplementos que ayudan a mejorar o al menos a frenar el deterioro de los tejidos. Aquí voy a dar una lista de varios (son los que el acupuntor Andy Rosenfarb recomienda a sus pacientes, con buenos resultados).
Luteína – zeaxantina – astaxantina. Son betacarotenos que ofrecen una gran
protección a la mácula, pero también a toda el área del ojo y el nervio óptico. Mirad que sean extraídos de algas rojas (la astaxantina) o de plantas, y que se especifique de cuáles.
DHA omega 3 – aceite de pescado. Muchas personas están preocupadas
por la contaminación del pescado con metales pesados. El aceite de hígado de bacalao es el más limpio y contiene de forma natural vitaminas D y E. La investigación ha mostrado que los omega 3 protegen el
sistema nervioso, el cerebro y el ojo. Una dosis de 5000 a 8000 mg al día
produce mejoras importantes en el campo visual en casos de glaucoma. Como la dosis es alta, se puede empezar con 1000 mg e ir
subiendo a medida que se asimile bien. Personalmente yo tomo comprimidos de 1000 mg de una de estas dos marcas (libres de ácidos tóxicos y con un alto porcentaje de omega 3): Celavista o NuaDHA. Otras marcas pueden estar muy contaminadas o tener una ínfima parte de omega 3 mezclada con aceites de baja calidad. Si tomas omega 3 y te repiten con sabor a pescado, es que están hechos con aceites rancios, pueden perjudicarte.
¿Por qué esta
grasa es necesaria? Porque los nervios se regeneran con grasa. Las células nerviosas se alimentan de glucosa —azúcar— y se
regeneran con grasa.
L-Taurina. Es el aminoácido más abundante en la retina. Rosenfarb recomienda una dosis de 2000 mg al día. También depende de la
tolerancia del paciente —en algunas personas puede producir cólicos—.
Gingko biloba: planta ideal para mejorar la circulación cerebral y el
flujo sanguíneo al ojo.
Súper verdes: alga espirulina, alga chlorella, pasto trigo. Con estos ingredientes se pueden hacer estupendos batidos verdes: añade las
algas o el pasto a un zumo, un batido, un caldo, por la mañana. Aportan muchos
beneficios: alcalinizan el cuerpo, limpian la sangre, combaten la
acidosis, limpian el hígado, desintoxican y son potentes antioxidantes.
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