En este explicaré cuáles son las pruebas diagnósticas más frecuentes para detectar algún problema de visión que revele patología ocular.
Cuando tenemos
problemas visuales o sospechamos alguna dificultad, incluso hereditaria, el
oftalmólogo nos puede prescribir varias pruebas para revisar cómo está nuestra
visión.
Test de agudeza visual
Se trata de comprobar
cuánto ves. Son pruebas de lectura de cerca y de lejos.
Campimetría o test de campo visual
Valora cómo vemos
en nuestro campo visual, lo que podemos abarcar en 180 grados. En algunas
enfermedades, como la retinitis pigmentosa o la atrofia macular el campo visual
se reduce.
OCT
Tomografía de
coherencia óptica. Es una prueba relativamente reciente que consiste en hacer
cortes o secciones de la mácula con láser, para ver cuál es el funcionamiento estructural
de la retina y detectar edemas, sangrados, drusas y cualquier anomalía que impida
una correcta visión.
ERG
Electroretinograma
es una imagen para captar la recepción eléctrica desde la retina. Es la prueba
básica para detectar la retinitis pigmentosa.
Examen de fondo de ojo
Es una imagen o
fotografía del fondo del ojo.
Tonometría
Mide la presión
ocular, y es importante porque un exceso de presión puede conducir a problemas
como el glaucoma o el desprendimiento de retina.
Color y
contraste
Esta prueba mide
el funcionamiento de los conos —las células que detectan el color— y los
bastones —las que detectan el contraste
y la forma—. Se utilizan unas cartas con letras de tamaño decreciente.
La rejilla de Ansler
Es la imagen de
una malla o red para detectar disfunciones maculares. Si hay degeneración
macular las líneas se ven onduladas.
Hay algunas
pruebas más, pero estas son las más frecuentes y las que ordenan los médicos a
la mayoría de personas con algún problema ocular.
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