Estas vitaminas no resuelven ni curan un problema ya avanzado como el crecimiento de vasos sanguíneos en la retina, o las secuelas de intervenciones láser. Pero sí regeneran y oxigenan el tejido ocular y el medio en que crecen las células. Por tanto, pueden frenar el deterioro y ayudar a una mejora funcional de la visión. Yo procuro tomarlas regularmente, ya forman parte de mi dieta.
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La pérdida de visión parece algo inevitable a medida que la
persona envejece, pero con una buena dieta puedes mantener una visión aguda
durante más tiempo del que crees. Por ejemplo, las zanahorias y las verduras de
hoja verde son algunos de los mejores alimentos para tus ojos, porque aportan
antioxidantes y vitaminas, como la A, C y E, minerales como el zinc y
carotenoides, como la luteína y la zeaxantina. Estos nutrientes protegen la
mácula, el cristalino y la córnea, y reducen el daño causado por la inflamación
y los radicales libres, que destruyen el tejido ocular.
A medida que envejecemos, los ojos son más sensibles al daño
causado por un estilo de vida poco sano y un sistema inmune hiperactivo, que
inunda el cuerpo de células defensoras y hormonas que dañan los ojos. ¿Cómo
pueden las vitaminas ayudar a mantener tus ojos jóvenes y en forma? El estudio
AREDS, un ensayo clínico patrocinado por el Instituto Nacional del Ojo (USA),
descubrió que una dieta pobre en vitaminas era el factor de máximo riesgo para
la degeneración macular asociada a la edad. Las vitaminas A, C, E y el zinc
disminuyen notablemente el riesgo de las personas mayores, convirtiéndose en
ingredientes clave para un tratamiento natural de la degeneración macular y las
cataratas.
Se estima que la mitad de los adultos sufren algún tipo de
cataratas a partir de los 75 años. Los alimentos anti inflamatorios y los ricos
en antioxidantes tienen efectos positivos y preventivos contra estos trastornos
oculares, incluyendo el glaucoma, que daña el nervio óptico. La retinopatía
diabética es otra grave enfermedad de la vista que puede ser controlada con una
dieta sana. Es la primera causa de ceguera entre adultos en edad laboral.
Muchas vitaminas son estupendas para regular los niveles de
azúcar y las hormonas, además de absorber los rayos UV y otras radiaciones que
dañan los ojos, como la luz azul de los aparatos electrónicos. Reduciendo la
inflamación y la cantidad de luz azul y de rayos UV que impactan en los ojos,
los antioxidantes preservan la salud de las células y previenen enfermedades
para las que, actualmente, no hay cura.
¿Cuáles son las mejores vitaminas para tus ojos?
1. Luteína
Un antioxidante llamado “la vitamina del ojo”. Protege los
ojos y la piel. Es un carotenoide que se encuentra en los vegetales de hoja
verde, la yema de huevo, los cítricos y las frutas y verduras de color naranja.
Una vez consumida, es transportada por la sangre hacia la mácula y la lente del
ojo. Según una investigación de la Universidad de Harvard, un suplemento de 6
miligramos de luteína al día puede reducir el riesgo de degeneración macular
hasta un 43 %.
2. Zeaxantina
Hay más de 600 tipos de carotenoides, pero solo 20 llegan
hasta el ojo. La luteína y la zeaxantina son los más importantes, pues se
encuentran en la mácula en gran cantidad. Como la luteína, la zeaxantina
protege el tejido ocular, el cristalino y la mácula, aclara la visión y
previene el deslumbre, la sensibilidad a la luz y las cataratas.
3. Vitamina C
La vitamina C hace mucho más que curar catarros: ayuda a
proteger tu visión combatiendo los radicales libres y ayudando a absorber otros
minerales y nutrientes. Los estudios muestran que muchas personas tienen
carencia de vitamina C. Esta es crucial para reparar tejidos dañados, reducir
la inflamación y prevenir mutaciones celulares. Un estudio a largo plazo
realizado con 3000 adultos de 43 a 86 años, demostró que los que tomaban
suplementos multivitamínicos de vitamina C y E tenían un 60 % menos de
cataratas que los que no tomaban.
4. Vitamina E
Las vitaminas A, C y E trabajan juntas para mantener las
células y el tejido fuerte y protegido de la inflamación. Estos antioxidantes,
solubles en grasa, disminuyen el riesgo de degeneración macular asociada a la
edad. Además, la toma de vitaminas A y E ha demostrado mejorar la visión en
personas operadas con cirugía láser. Algunos estudios muestran que las personas que tomaban unos
400 UI de vitamina E al día, combinada con vitamina A (beta caroteno), vitamina
C y zinc, mostraban un riesgo 25 % menos de desarrollar degeneración macular.
En otro estudio del 2008, con 35 000 adultos, descubrió que los que tenían
mayores niveles de luteína y vitamina E mostraban un riesgo significativamente
menor de cataratas.
5. Zinc
El zinc, en combinación con las vitaminas, protege la retina
y previene la degeneración macular. Es uno de los elementos más importantes
para facilitar la absorción de otros nutrientes, ya que está implicado en unos
100 procesos metabólicos, entre ellos la eliminación de residuos que ayuda a
combatir la inflamación.
El zinc beneficia el tejido ocular porque favorece una buena
división y un crecimiento sano de las células, manteniendo una correcta
circulación, equilibrando las hormonas que previenen las reacciones autoinmunes
y controlando las citoquinas inflamatorias que atacan el tejido. El cuerpo
humano no puede sintetizar el zinc que necesita, así que debemos obtenerlo de
otros alimentos, como el pescado, la carne cebada con pasto, las vísceras y las
nueces.
6. Vitamina A – beta caroteno
Según la Revista Americana de Oftalmología, necesitamos un
aporte adecuado de vitamina A para prevenir la xeroftalmia y la ceguera
nocturna, sobre todo si tenemos carencias nutricionales. La vitamina A es un
antioxidante que previene la pérdida de visión causada por problemas
degenerativos, como las cataratas y la degeneración macular. Varios estudios
muestran que la vitamina A con otros antioxidantes ayuda a reducir el daño
nervioso en la retinopatía diabética.
7. Ácidos grasos omega 3
Los omega 3 aportan inmensos beneficios a muchos problemas
de salud, porque son antiinflamatorios y pueden reducir el envejecimiento. Las
personas con riesgo de tener deficiencia en omega 3 son aquellas que consumen
muchos alimentos procesados, grasas hidrogenadas y los veganos o vegetarianos
que excluyen el pescado de su dieta.
Los omega 3 son poderosos protectores del tejido ocular, por
eso se suministran a personas con problemas de artritis o enfermedad cardíaca.
Estabilizan los niveles de azúcar en sangre, reducen la respuesta inflamatoria,
ayudan a combatir el daño ocular causado por la diabetes, mejoran la
circulación y ayudan a prevenir la mutación celular.
Fuente de este artículo: boletín del Dr. Axe.
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