Agradezco esta
aportación a Dolors Montpeat, terapeuta de Antigimnasia que sigue el método
Bertherat. Basada en el libro Mi curso de
Antigimnasia, 40 movimientos
explicados e ilustrados, de Marie & Thérèse Bertherat (editorial Paidós).
* * *
Los ojos están
rodeados de músculos que, como los de cualquier parte del cuerpo, necesitan
moverse. Mantener la mirada fija mucho tiempo en la pantalla del ordenador o
del televisor los tensa y los fatiga. Así que conviene moverlos de vez en cuando…
pero esto no es tan fácil como pueda parecer.
Mover los ojos es
como mover todo el cuerpo. Imaginad cuando lanzáis una piedra al agua, que
genera ondas alrededor del punto de impacto, hasta el fondo. El efecto es el
mismo: cuando movemos los ojos todo el cuerpo se ve afectado de alguna manera.
Os propongo unos
sencillos ejercicios para hacer en casa, tranquilamente.
1. Tonificar los músculos oculares
Sentado, con los
pies apoyados en el suelo, pon tu codo derecho sobre una mesa y tápate el ojo derecho,
sin tocar el ojo. El ojo izquierdo puede quedar abierto, pero no debe hacer
nada. Mantén la cabeza recta y mira al frente.
Sin mover la
cabeza, mira hacia arriba, intentando ver el techo. Seguramente no lo lograrás,
pero inténtalo. Luego mira abajo, hacia la mesa o el suelo. Vuelve a mirar el
techo. ¡No te olvides de respirar! Mantén la boca entreabierta, sin apretar los
dientes. Repite el movimiento de arriba abajo, durante un minuto.
Ahora, con el ojo
abierto, mira hacia la izquierda, y luego a la derecha. Repite despacio otro
minuto, moviendo el ojo de un lado a otro.
Ahora baja el
brazo, relájate y cierra los dos ojos apretando los párpados, sin usar las
manos. Observa si cierras mejor el ojo izquierdo, notarás que sus músculos
están más fuertes y menos cansados.
Repite el ejercicio
tapando el ojo izquierdo y ejercitando el derecho.
2. Relaja la vista
Sentado, con los
pies separados y apoyados en el suelo, apoya los codos en una mesa y tápate
ambos ojos con las manos ahuecadas y sin presionar los dedos. Deja espacio para
que la nariz respire, la boca entreabierta y relajada.
Intenta mirar entre
los dedos ese perfil de luz casi imperceptible, como queriendo adivinar lo que
hay allí detrás. Mira a un lado y a otro, arriba y abajo, intentando ver a
través de las pequeñas rendijas que quedan entre los dedos.
Para terminar,
descansa la cara en las manos, intentando soltar la piel del rostro. Pasa unos
minutos así: esto descansa la vista y las tensiones de los músculos faciales.
Estos ejercicios
nos ayudan a recuperar energía y bienestar en clase, en casa o en el trabajo.
* * *
Se dice que los
ojos son el espejo del alma. ¡Y realmente lo son! Los ojos son dos hermosas
ventanas abiertas al mundo exterior, los intermediarios entre el cuerpo y la
psique, dos órganos superespecializados y sensibles a la belleza.
La relación entre los movimientos de los ojos y el
inconsciente es muy real. En mis sesiones de antigimnasia dedicamos una parte
de las tres últimas sesiones a los ojos. Intentamos reconstruir la mirada de la
madre a su hijo apenas este nace: es una mirada de encuentro entre el yo y el
otro, el inicio de los límites y la socialización, la base de la psicología
evolutiva del bebé recién nacido hasta los tres o cuatro años de edad. Algunos estudios muestran que los niños que
pasan excesivas horas ante una pantalla tienen mucho más riesgo de caer en
depresiones o mostrar hiperactividad. Ahora que los niños están enganchados con
las videoconsolas, los móviles y tantos aparatos de juegos, es importante que
les enseñemos a ser conscientes de su cuerpo y a cuidarse.
Dolors Montpeat en Facebook.
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