Uno de los últimos problemas que se ha ido manifestando en
mi ojo izquierdo, es una tracción del vítreo debido a la presencia de la
membrana que tengo en la retina.
La membrana es tejido engrosado, como una arruga que “tira”
del vítreo. Así me lo ha explicado mi oftalmólogo. El vítreo es el líquido
gelatinoso que rellena el ojo. Si, por algún motivo, es presionado o estirado,
puede desprenderse, y la única solución es la cirugía. La tracción del vítreo
también puede provocar visión borrosa, como si todo se viera entre nieblas o
difuminado.
La última vez que me visité con mi oftalmólogo fue
precisamente por esta visión borrosa. No tenía hemorragia y apenas había un poco de
líquido en el ojo, pero tuve que pincharme de nuevo.
Es posible que, con el tiempo, tengan que volver a
intervenirme. El médico me ha dicho que tendrían que quitarme la membrana que
está provocando esta tracción del vítreo. Es una operación delicada, pero en
manos de buenos cirujanos no entraña riesgos importantes.
El doctor Monés explica una patología parecida a la mía: el síndrome
de tracción vítreo-macular. En este caso, la capa que separa el vítreo de
la retina se despega de esta, provocando un desprendimiento de vítreo. Pero hay
zonas de la capa que siguen pegadas a la retina y entonces es cuando el vítreo
ejerce una tracción y se pueden generar bolsas de líquido o incluso agujeros. Si
el desgarro afecta a la mácula, el paciente pierde visión y ve los objetos
deformados (metamorfopsia). Entonces la única solución es operar de urgencia.
En la página del Institut de la Mácula se puede ver una
intervención quirúrgica para extraer una membrana retiniana. Os invito a
verla, son menos de dos minutos. ¡Es impresionante con qué nitidez y precisión
operan! La ciencia ha logrado avances maravillosos; los que tenemos problemas
de visión tenemos motivos para estar agradecidos y esperanzados, pues la
oftalmología es un campo en continuo progreso.
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