En mis últimas visitas al oftalmólogo me manifestó su
preocupación por la elevada presión ocular de mis ojos, especialmente el ojo
izquierdo. Una hipertensión ocular prolongada en el tiempo, como ya sabéis,
puede dañar el nervio óptico y producir glaucoma.
Durante varios meses he seguido una terapia con gotas para
bajar la presión intraocular. Es el remedio más habitual prescrito por los
médicos cuando el problema no es grave. Pero durante todo este tiempo he tenido
la sensación de que mi cuerpo no aceptaba bien las gotas. Tuve que ajustar la
dosis y combinar dos tipos de fármaco para evitar irritaciones y sequedad de
ojo, y aún y así algunos días, después de ponerme la gota, notaba la visión
ligeramente borrosa. Son efectos típicos de estos medicamentos, que nunca son
inocuos.
Finalmente, el doctor me dijo que dejara las gotas, pues me
estaban causando demasiada toxicidad en el ojo. Y me propuso solucionar el tema
con una pequeña intervención láser. La intervención se llama trabeculoplastia selectiva, y consiste en exponer a láser la malla trabecular, un sistema de
minúsculos canalillos de drenaje del globo ocular. Con una exposición mínima,
durante milésimas de segundo, las células no se queman, sino que simplemente se
ven activadas por el calor. La reacción estimula las células, favoreciendo la
evacuación del humor acuoso del ojo, y evitando el exceso de presión.
La trabeculoplastia láser selectiva es una alternativa para
prevenir ciertos tipos de glaucoma o tratarlo en pacientes que no toleran bien
los fármacos en forma de gotas. Esta técnica es bastante reciente, es muy
sencilla, segura, y está dando muy buenos resultados.
Me sometí a la terapia láser hace unos diez días. Todo fue
rapidísimo e indoloro. Lo más molesto (perfectamente soportable) son las gotas
preparatorias y el momento en que el médico debe inmovilizarte el ojo con un
tubo. Pero me trató con la delicadeza y la profesionalidad de siempre, de modo
que salí y pude hacer vida completamente normal el mismo día.
Una semana más tarde he vuelto a medirme la presión ocular. Bajé
de 30 a 21. Estoy en valores totalmente normales y con una mejora en la visión:
el médico dice que es excelente y que he respondido muy bien al tratamiento.
Con esta intervención me ahorraré las gotas y sus efectos adversos. La mejora conseguida
puede durar varios años. ¡Mi ojo puede seguir recuperando la visión, evitando
un riesgo importante!
No hay comentarios:
Publicar un comentario