Hace tiempo que sé que los arándanos son estupendos para la
vista. Como todos los frutos del bosque, de color oscuro, posee muchos
antioxidantes y flavonoides. Estas substancias protegen a la baya de los rayos
del sol. Por tanto, también son protectoras de las células de la retina.
Pero, además, los arándanos tienen otras propiedades que los
hacen muy beneficiosos para la salud en general.
Desde la antigüedad se han consumido por sus cualidades
diuréticas, como protectores del riñón.
Además, son muy buenos para la circulación: sus componentes fluidifican
la sangre y deshacen los trombos; ayudan a relajar los vasos sanguíneos, con lo
cual regulan la presión arterial. Contribuyen a la generación de colágeno, la
proteína que forma las venas y arterias y regenera los tejidos.
Son buenos para la salud cerebral y el sistema nervioso. Y
ya sabemos que los ojos forman parte de la estructura cerebral, ¡son del mismo tejido!
Sus vitaminas antioxidantes los hacen indicados para aliviar
cualquier proceso inflamatorio, en especial del tracto digestivo y los
intestinos. Son muy buenos para reparar la salud digestiva.
Los flavonoides que contienen ayudan a regenerar las células
de la retina. Los arándanos se recomiendan en casos de ceguera nocturna o
dificultad para adaptar la vista de la luz a la sombra; en casos de glaucoma y también
para las cataratas y el astigmatismo.
Como tantas cosas, es algo que yo sabía pero nunca acaba de
encontrar el momento y la manera de tomar arándanos, porque es una fruta que no
siempre se encuentra fresca y tampoco estaba acostumbrado a comerla.
Pero este invierno los encontré desecados en una tienda
donde suelo comprar productos ecológicos a granel. Desecados prácticamente
mantienen todas las propiedades intactas. Un día se me ocurrió echarlos en la
infusión que tomo en el desayuno. Además de darle un buen gusto ―no hace falta echarle azúcar― quedan reblandecidos y muy
sabrosos, y me entraron de maravilla. Desde hace unas semanas los estoy tomando
así y ¡mi vista ha mejorado! Lo noto en las letras de la pantalla de mi móvil y
en otros detalles inequívocos. Al principio no asocié esta mejora a la toma de
arándanos, pero, pensando qué estaba haciendo de nuevo para haber mejorado, caí
en la cuenta. Entonces recordé algo que había leído. Los pilotos del ejército
inglés durante la II Guerra Mundial tomaban mermelada de arándanos y esto les
agudizaba la visión nocturna.
¡Ahora lo he comprobado en mí! Así que lo aconsejo a todos.
Incluso a quienes no tenéis problemas visuales, como medida preventiva. Los
beneficios de una fruta tan completa abarcan todos los sistemas del cuerpo.
También existen suplementos y cápsulas con extracto de
arándano. Pero os diré que no es lo mismo. Un alimento es un conjunto de
sustancias, un cóctel muy sabiamente combinado por la naturaleza. Ningún
laboratorio podrá reproducir una fruta viva, con muchísimos elementos que
interactúan y se potencian entre sí. Una sustancia aislada, por ejemplo, una
vitamina, nunca será lo mismo sola que en combinación. Además, los preparados
sintéticos pasan un proceso de elaboración artificial. Muchas vitaminas no
tienen su origen en una fruta o una verdura, sino en una reacción química a
partir de sustancias minerales. No pocas vitaminas se extraen del petróleo o de
azúcares refinados.
Además, por presentarse en forma sintética, no está nada
claro que el cuerpo la asimile como asimilaría las vitaminas naturalmente
presentes en una fruta. Los estudios sobre suplementos son bastante
contradictorios y ambiguos. No demuestran resultados fiables al cien por cien,
incluso algunos más bien muestran efectos perjudiciales si se toman durante
mucho tiempo. Finalmente, la industria de los suplementos no deja de ser otro
gran negocio que busca su lucro. Esto no quiere decir que haya buenos productos,
de calidad, biodisponibles y de fuentes naturales, pero el consumidor debe
estar muy bien informado antes de comprar, y el marketing es potente y no
siempre informa de todo lo que debería.
Así que este es mi consejo: toma un puñadito de arándanos al
día, frescos o desecados, de la manera que te resulten más sabrosos. Si tienes
problemas visuales y eres constante, verás los resultados. Si tienes buena
vista, cuídala y regala un mimo a tus ojos con buenos alimentos, como estas
preciosas perlas azules que nos brinda la naturaleza.