domingo, 10 de noviembre de 2013

El valor del pequeño movimiento

Además de la alimentación y la respiración, mi amigo naturópata me aconsejó que hiciera ejercicio. Y un día comencé a leer un libro revelador: El cuerpo tiene sus razones, de Thérèse Bertherat.  Esta mujer francesa, después de sufrir una grave pérdida en su vida, comenzó a descubrir de la mano de varias profesionales una nueva terapia que ayuda a recuperar la salud mediante el trabajo corporal: destensando los músculos bloqueados durante años y favoreciendo así la liberación de tensiones, una mejora de la circulación, del funcionamiento de los órganos vitales y también un desbloqueo de emociones enquistadas. Pues los músculos guardan memoria de todos los traumas y nudos emocionales que la persona va acumulando en su trayectoria vital.

Thérèse Bertherat, discípula de François Mézieres, otra gran fisioterapeuta, ha creado un método propio, conocido como antigimnasia. ¿Por qué se llama así? Es una réplica a los ejercicios gimnásticos que, lejos de mejorar el cuerpo, incrementan la tensión y la contracción muscular, generando con el tiempo dolencias y lesiones en huesos y articulaciones. La anti-gimnasia no se opone al ejercicio físico, pero sí a las prácticas bruscas, forzadas y agresivas. Propone una serie de dinámicas que consisten en estirar los músculos de todo el cuerpo y lograr que este recupere su forma natural, con elasticidad y la máxima movilidad. Esto va acompañado de un proceso de liberación emocional. Porque cuerpo y alma están indisolublemente ligados. Cito una frase suya: «Antes de lanzaros a la práctica de ejercicios con frecuencia deformantes, antes de copiar una forma corporal prefabricada, una forma que no es la vuestra, aprended a reconocer vuestra forma corporal auténtica, precisa y bella».

Después de leer este libro, busqué por Internet si en Barcelona había alguien que ejerciera esta disciplina y encontré tres direcciones. Escribí a las tres y me puse en contacto con la que me respondió primero. Así conocí a una excelente terapeuta que hoy es también una buena amiga, Dolors Montpeat. Ofrece talleres de antigimnasia, tanto individual como grupal, en su estudio de la Ronda de Sant Pere. Esta es su página en Facebook: 

En mi primera entrevista con ella supe que la antigimnasia podía ayudarme a mejorar la vista. Al desbloquear músculos de la espalda, el cuello y la cara, favorece la circulación periférica, especialmente en la zona del cráneo, lo cual aumenta el riego sanguíneo del sistema visual y su oxigenación.

Con Dolors descubrí partes de mi cuerpo que nunca había activado: los micromovimientos me permitieron movilizar los músculos de la cara, de los dedos de los pies, de la boca… Me di cuenta de qué poco nos conocemos y qué anquilosados estamos. Saliendo de las sesiones me sentía siempre muy ligero, con amplitud de movimientos y una sensación de liberación muy positiva, tanto física como emocional.


Durante más de un año acudí a las sesiones de antigimnasia. Luego, por motivos de trabajo tuve que espaciarlas, pero en casa he continuado practicando ejercicios que me enseñó Dolors, y que siempre me han ido muy bien.

1 comentario:

  1. Padre Joaquín! mega hiper gracias, gracias gracias por los comentarios de BUENA SALUD que nos educa y ayuda en nuestro diario vivir.
    Que nuestro amado Dios, Virgen Maria, Ejército Celestial y Universo le colmen de infinita salud, bendiciones, éxitos y +

    ResponderEliminar